Juanma Moreno es el encargado de presentar el Presupuesto de la Junta para el año que viene que será presentado el martes y aprobado, tras su paso por el Parlamento en la última sesión de este año. Nadie está autorizado a adelantar cifra alguna sobre las cuentas de la Junta de Andalucía. Ayer, en sus últimos segundos de la réplica a Juan Espadas en la Sesión de Control que, por mor de la agenda presidencial, tuvo lugar en el poco habitual horario vespertino de ayer. La cifra que anunció Moreno es de 46.753 millones y un 5,5% más en el gasto no financiero. A lo largo de los próximos días se irán desgranando de manera progresiva. De momento, no hay más.

Lo que sí dio de sí fue el tema de la financiación autonómica, o de manera más concreta, su déficit con la comunidad autónoma. Junto con las acusaciones (unánimes como pocas veces se escuchan) de la mala gestión del sistema sanitario, fue el tema central del debate. El acuerdo entre PSOE y Sumar de cara a la investidura de Pedro Sánchez, puso el escenario; la falta de mención a Andalucía en su contenido, la justificación que buscaban para arremeter contra el presidente de la Junta por “estar más pendiente de cuestiones nacionales que de los andaluces”. Este argumento lo defendió incluso el portavoz de Vox, lo que dejó en suerte la réplica de Moreno acusándole de haber protagonizado un más que sorprendente “viraje a la izquierda”, algo de lo que Manuel Gavira le acusa de manera casi constante.

La justificación del presidente de la Junta es la importancia de determinar el terreno de juego. Lo que se juega Andalucía en las negociaciones de investidura, especialmente por esa “cesión a las aspiraciones de los independentistas que va a llevar a que los andaluces seamos considerados como ciudadanos de segunda y eso no lo voy a tolerar”.

Juan Espadas durante la sesión de control celebrada ayer en el Parlamento.

Espadas le hizo la única proposición (una rara avis en el hospital de las Cinco Llagas). Ésta consiste en “convocar la Comisión General de las Comunidades Autónomas para debatir el modelo de financiación” en un intento por sacar a relucir las diferencias que existen entre presidentes de comunidades autónomas del PP, cuyos presidentes defienden distintos criterios de reparto de los fondos, aunque todos coinciden en que es necesario su reforma.

Sea como fuere, Moreno y el portavoz de su grupo, Toni Martín, quisieron felicitar a la consejera de Economía por haber hecho un presupuesto “a ciegas”, ya que la transitoriedad de la situación del Gobierno central (aún en funciones) impide aprobar sus presupuestos (todo hace prever que serán prorrogados) y también las entregas a cuenta, un elemento básico a la hora de confeccionar las cuentas de todas las autonomías. Las cuentas serán remitidas al Parlamento el mismo día de su aprobación en Consejo de Gobierno, 31 de octubre, para iniciar su tramitación en la Cámara regional.

En el resto del debate, la sanidad reclamó su sitio. A pesar de que el PP ha evitado hasta ahora la convocatoria de un debate general sobre la sanidad andaluza, todos los portavoces de los partidos de la oposición aprovecharon sus respectivas preguntas al presidente de la Junta para criticar lo que consideran, desde Vox a Adelante y Por Andalucía pasando por el PSOE, la “mala gestión” de unos recursos que a su juicio no han servido para la mejora de la atención a los ciudadanos. Moreno, además de airear que “con lo que se le debe a Andalucía se podría conseguir una mejor atención sanitaria”, volvió a reiterar la idea de que su gobierno “ha invertido como nunca en recursos sanitarios, en profesionales e infraestructuras”, para finalizar con su ya conocida muletilla de que “queda mucho por hacer”.

La portavoz socialista, Ángeles Férriz, anunció la posibilidad de “utilizar otras vías” e incluso “irnos a los tribunales” a la hora de defender una iniciativa que ha sido repetidas veces rechazadas por parte del PP que hace uso de su mayoría absoluta y considera que “no es necesario”.

Tal vez el más contundente en este capítulo, fue el portavoz de Adelante Andalucía, José Ignacio García quien recordó a Moreno sus palabras de 2016 cuando estaba en la oposición y calificó las listas de espera cada vez mayores de una “privatización encubierta” y se preguntó “qué diría ahora que hay más de dos millones de andaluces en ellas”. García dejó en el aire una advertencia para la que no hubo respuesta alguna: “tengo que recordarle que usted está donde está por la sanidad, pero le aseguro a que si hace lo mismo que Susana Díaz, va a terminar como terminó Susana Díaz. Piénselo”.