El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, evitó decir ayer si da su respaldo a Magdalena Álvarez, ex ministra de Fomento y exconsejera de Economía y Hacienda de la Junta de Andalucía imputada en el caso de los expedientes de regulación de empleo irregulares, pero recordó que de momento no ha sido juzgada y que la ampara la presunción de inocencia.

"A mí no me gusta adelantar acontecimientos nunca", declaró el presidente del Ejecutivo español en una rueda de prensa en Bruselas, al término del Consejo Europeo. En este sentido, Rajoy señaló que "en este momento hay una imputación que en absoluto supone una declaración de culpabilidad" y que "mientras no se demuestre lo contrario, todas las personas son inocentes". De este modo, el presidente evitó pronunciarse sobre si la ex consejera andaluza debería dejar la cúpula del Banco Europeo de Inversión (BEI), organismo comunitario en el que ocupa una de las ocho vicepresidencias y en el que estaría percibiendo un sueldo mensual de 22.963 euros brutos, aparte 3.444 euros para alojamientos y otros 911 euros en concepto de gastos de representación.

Por el momento el BEI, a través de su portavoz, Matilde del Valle, se ha limitado a emitir un breve comunicado señalando que "está en contacto directo y estrecho con las autoridades gubernamentales españolas relevantes" y que, "como no podía ser de otra forma", el banco comunitario respeta el principio de presunción de inocencia.

Magdalena Álvarez ha recurrido la fianza de responsabilidad civil de 29,5 millones euros que le impuso la juez de instrucción número 6 de Sevilla, Mercedes Alaya, al entender que se trata de una fianza "abusiva" y "presidida por un fin estigmatizador y punitivo" coherente "con el juicio anticipado de culpabilidad" pero "manifiestamente inconstitucional". El letrado de la ex consejera manifestó esta semana sus "serias dudas" sobre la imparcialidad de la instrucción.