Andalucía

Sevilla 2022, el congreso del "reinicio" del PP, marcado por Vox

Toni Martín, González Pons, Loles López, Cuca Gamarra, Miguel Tellado y Juan Carlos Vera.

Toni Martín, González Pons, Loles López, Cuca Gamarra, Miguel Tellado y Juan Carlos Vera. / PP

No hay casualidades en política. Las consecuencias del primer gobierno de coalición entre el PP y Vox, que se acaba de certificar este jueves en las Cortes de Castilla y León, van a marcar buena parte del inicio de mandato de Alberto Núñez Feijóo al frente del partido. No es casualidad porque la dimisión de Pablo Casado al frente del PP nacional se debe también a su empeño en que Castilla y León adelantase las elecciones, con el resultado de que Alfonso Fernández Mañueco presidirá el primer gobierno -en este caso, autonómico- de España con varios consejeros de Vox, un vicepresidente de Vox y, además, un presidente de las Cortes, de Vox.

Las alarmas han saltado en el grupo popular del Parlamento Europeo y en el PP de Núñez Feijóo, al que costará digerir esta coalición, que hasta ahora los populares habían sorteado gracias a sus buenos resultados en Galicia y en Madrid. Casado se va después su última batalla contra la madrileña Isabel Díaz Ayuso, pero también por este lastre que deja a su sucesor: la certeza de que, si no hay otro remedio, el PP meterá a Vox en sus gobiernos.

La Alianza Popular de Fraga absorbió a la extrema derecha, llevándola al lado de la democracia; Aznar tuvo que extender el PP hacia el centro izquierda sin perder a su extremo derecho. Y así fue hasta que Vox irrumpió en las elecciones andaluzas de 2018

Esteban González Pons, organizador del XX congreso nacional, ha reafirmado este jueves en Sevilla su concepto de Vox: es un partido "ultra". González Pons eurodiputado, viene de Bruselas, donde la nueva derecha populista española es aliada del húngaro Victor Orbán. El primer ministro húngaro, los franceses de Marine Le Pen y el italiano Salvini han sido las correas de transmisión con las que Vladimir Putin ha intentado desestabilizar la Unión Europea. También, con Carles Puigdemont y sus eurodiputados, y hasta la invasión de Ucrania, con el Gobierno polaco de Mateusz Morawiecki, quien finalmente ha encontrado en la Unión Europea su única salvación frente al riesgo ruso. Vox no guarda la relación que Le Pen y Salvini mantienen con la Rusia de Putin, pero en Bruselas inquietaba.

González Pons ha estado este jueves en el palacio de congresos de Sevilla (Fibes), donde el PP entronará a Feijóo el próximo 1 de abril. Justo 22 años después de que la Alianza Popular de Manuel Fraga se refundase en el Partido Popular, en aquel congreso de Sevilla donde José María Aznar le tomó el relevo, el PP se "reinicia" en la misma ciudad y, también, un primero de abril.

El eurodiputado valenciano ha sostenido que es el PSOE el que estaba deseando que Vox entrara en un gobierno. Y, en parte, es cierto, el PSOE considera que la alianza con Santiago Abascal terminará por condicionar el futuro político de Feijóo, que fulminará el carácter centrado que el presidente gallego y el andaluz, Juanma Moreno, quieren imprimir al partido.

La Alianza Popular tuvo una misión crucial en los primeros años de la Transición, fue el partido que absorbió al voto de la derecha más extrema, y dejó a Fuerza Nueva en un partido residual. Fraga recogió después los dirigentes y cuadros centristas que procedían de la extinción de UCD, de tal modo que Aznar heredó un partido que sólo debía crecer por el centro izquierda sin dejar de lado a su extrema derecha. Y así fue hasta que Vox irrumpió en las elecciones andaluzas de 2018.  

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