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Shaza y Jimena, acosadas "como terroristas"

  • La joven de Torrox espera que su historia ayude a los que sufren represión sexual en los países árabes

Shaza y Jimena, ayer en Torrox.

Shaza y Jimena, ayer en Torrox. / carlos díaz / efe

Probablemente les hubiese gustado vivir su amor en libertad sin tener que ser ejemplo de nada ni nadie. Quizás hubiesen preferido tener la misma intimidad que muchas parejas que están enamoradas. Seguro que no hubiesen querido sufrir el calvario que vivieron desde que llegaron a Dubai y que acabó con tres días de internamiento en un centro de Estambul. Poca limpieza, nada de higiene y menos comunicación. Mucho miedo y la decisión de Jimena Rico, la joven de Torrox (Málaga) que no iba a permitir que su novia Shaza Ismail, de origen egipcia pero residente en Emiratos Árabes, volviera con su familia disconforme con la orientación sexual de su hija. Ayer, estas dos enamoradas contaron a todos en Torrox su odisea frente a la intransigencia. Una historia contra la represión homosexual.

"Ahora sólo esperamos que nuestra historia pueda ayudar a mucha gente que sufre represión homosexual en los países árabes", decía firme, en rueda de prensa, Jimena, una argentina nacionalizada española de 28 años que el lunes volvía a su pueblo de residencia tras 14 días de viaje. Entre arrumacos y emocionadas por la acogida que han tenido en España las dos, la pareja aclaraba que no podían dar muchos detalles de lo que les había ocurrido, sobre todo durante su estancia en Turquía, según las recomendaciones de los abogados ya que todavía están con los trámites. Sin embargo, defendían con valentía su amor y el de otras parejas homosexuales que no tienen oportunidad de vivirlo en otros lugares. "Me encantaría contar todo lo ocurrido, realmente quiero hacerlo porque la noticia ha llegado obviamente a los países árabes y pienso que ayudaría a mucha gente que vive en una situación de represión homosexual".

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Para Jimena, lo ocurrido "merece ser sacado a la luz" y "en cierta parte puede ser un empujón a ayudarles a hablar y a intentar movilizarse para hacer algo al respecto, para que la cosa cambie un poco en esos países, que la corrupción que hay cambie y que las condiciones cambien", dijo Rico, quien añadió que en esos países "hay muchísimas cosas que se pueden cambiar, que se podrían hacer de otra manera, y por eso queremos contar nuestra historia y que la gente sepa realmente lo que está pasando y cómo se ven las cosas, que no fue sólo una discriminación por homosexualidad, sino muchísimo más complejo que eso".

Con respecto a la odisea que vivió en tres países contó que fueron retenidas en Estambul tras ser localizadas después de estar desaparecidas. Ella y Shaza, de 21 años, habían huido de Dubái tras sentirse "amenazadas de muerte" por la familia que no aceptaba la relación homosexual de su hija. Escaparon hasta Georgia y, cuando estaban en el aeropuerto de Tiflis para regresar hasta Londres, donde residían, apareció el padre de Shaza, "que fingió un infarto, nos rompió la documentación y me amenazó de muerte".

Tras este altercado, en el que intervino la Policía, ella renunció a que encarcelaran al padre de Shaza y fueron llevadas hasta la frontera de Turquía, país en el que entraron "de forma legal", porque renovaron la documentación.Pese a ello, cuando entraron en Turquía, fueron detenidas. Les aplicaron "una doble discriminación, por ser terroristas y por ser lesbianas".

Estuvieron tres días retenidas, los dos primeros sin que les diesen de comer, y que en un traslado pudo hacerse con un teléfono y llamar a su familia, y que a raíz de eso se activó su búsqueda, porque hasta ese momento, Turquía negaba que estuviese en ese país. En la cabeza de Jimena sólo había una cosa: regresar con Shaza.

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