El jeque Al Thani siembra más dudas al proyecto del nuevo puerto de Marbella

Los renglones con los que el jeque Abdullah Al Thani empezaba a escribir la historia de la ampliación del puerto de La Bajadilla, en Marbella (Málaga), vuelven a torcerse. Tras recuperar el rumbo del proyecto náutico, abonando el pasado mes de agosto 1,8 millones por el canon al que estaba obligado de los años 2012 y 2013, el propietario del Málaga CF y concesionario de esta ambiciosa actuación retorna a la senda del incumplimiento al no presentar el proyecto constructivo conforme a las exigencias remitidas en su día por la Junta de Andalucía.

Este nuevo revés supuso en la jornada de ayer la remisión por parte de la Agencia Pública de Puertos de Andalucía, dependiente de la Consejería de Fomento, de un escrito informando a la concesionaria, integrada por Bin Nasir Abdullah & Sons y el Ayuntamiento de Marbella, de la apertura de un expediente de penalidad por el citado incumplimiento.

El mismo, una vez constatada la ausencia de respuesta por la parte empresarial, se sustancia en dos razones: "la falta de acreditación de que se ha contratado el proyecto constructivo y la ausencia de un calendario de hitos principales en la realización de dicho proyecto".

Conforme a los detalles aportados desde el departamento regional, este paso administrativo se materializará en la imposición de una sanción económica, aún por cuantificar, y que, previsiblemente, le será comunicada a la empresa de Al-Thani a lo largo del mes de enero. A partir de ahí, la firma dispondrá de un periodo de tiempo para presentar alegaciones y justificar su inacción en este asunto. Cabe recordar que la cuestión sobre el proyecto constructivo suma ya del orden de 17 meses de retraso respecto a la primera fecha contemplada para su entrega, conforme al contrato de concesión.

Aunque la cifra de la multa no está aún cerrada, no es la primera ocasión en que la tardanza del jeque en presentar este documento es motivo de sanción. De hecho, éste fue uno de los asuntos sin resolver por parte de la concesionaria y que motivó la apertura de un expediente sancionador por 25.000 euros. Cuantía que se sumó a otra de 30.000 euros por el retraso en la creación de la sociedad gestora.

El escrito autonómico, en cualquier caso, no limita su información a la futura multa, sino que incluye un primer punto en el que se precisa el archivo del expediente de rescisión del contrato original, iniciado el pasado mes de junio. La determinación regional cumple con el procedimiento reglado desde el punto de vista jurídico después de que Al Thani formalizase el pago del canon atrasado, correspondiente a 2012 y 2013 y ascendente a 1,8 millones. "Esa decisión estaba sustentada en el incumplimiento del contrato y el abandono de la concesión y eso ya no es así", expusieron las fuentes a modo de justificación.

La apertura de este procedimiento se produce apenas cinco meses después de que el empresario catarí diese un paso adelante al pagar el canon que adeudaba a la Junta. Un gesto con el que las sombras que se venían cerniendo sobre la nueva Bajadilla desde el mismo momento en que se adjudicó su construcción a la oferta de Al-Thani y el Consistorio marbellí.

"Estamos confundidos, como todos", admitieron en el seno de la Agencia Pública de Puertos de Andalucía ante el comportamiento de Al Thani. Una situación que aumenta conforme pasan los meses ante la ausencia de una hoja de ruta clara que permita prever el inicio de las obras de ampliación. La oferta presentada por el jeque iba más allá de la construcción de 541 atraques (a añadir a los 262 actuales), así como usos comerciales, al diseñar una operación que incorporaba un muelle para cruceros y un hotel de lujo, elemento clave para la concesionaria pero que excede las competencias de la Administración regional, dado que la ejecución de un establecimiento de este tipo sobre suelo portuario requiere de la autorización del Consejo de Ministros. Con todo, la inversión programada alcanzaba los 109 millones, para una concesión a 40 años.

Todo apunta a que el escollo con el que se topa la concesionaria del puerto marbellí es de financiación. Muestra de ello es que a lo largo de este año son varias las ocasiones en las que se aludió a este como el principal problema para que el jeque hiciese frente a sus obligaciones. Y a ello se suma el conflicto judicial que mantiene el jeque con el que fuera arquitecto contratado por el jeque para la ampliación de esta marina, José Seguí, quien ante el impago de sus trabajos impulsó una demanda aún por resolver pero que motivó la intervención judicial de la unión de empresas responsable de la concesión.