Un detenido por el doble crimen de padre e hija en Almonte
Se desconoce la identidad y el sexo del arrestado y si tenía o no vinculación con las víctimas, que fallecieron por heridas de arma blanca. El caso está bajo secreto de sumario.
Huelva/A dos días de que se cumplan catorce meses del asesinato a cuchilladas de Miguel Ángel Domínguez y de su hija de ocho años en su domicilio de Almonte, el asunto parece tomar al fin la vía de la resolución: ya hay una persona detenida por el enigmático doble crimen, según confirmaron ayer fuentes de la Subdelegación del Gobierno y cercanas a la investigación a Huelva Información.
No obstante, el hermetismo que rodea al caso es tal que es prácticamente imposible aventurar la identidad de la persona arrestada, su sexo o si tenía algún tipo de relación con las víctimas o con su entorno. De hecho, las fuentes oficiales de la Guardia Civil ni siquiera confirman la detención.
El secreto sigue pesando sobre las actuaciones instruidas por una juez de La Palma del Condado. No obstante, este rotativo sí ha podido saber que algunos miembros de la investigación anunciaron recientemente a la familia de los fallecidos que "en uno o dos días" recibirían noticias sobre el caso.
La incógnita está ahora en saber quién es el arrestado y si se sospecha que pueda ser quien arrebató la vida a padre e hija o sólo actuó como cómplice.
Fuentes de la investigación precisaron también a este rotativo que durante el reconocimiento del escenario del crimen, los especialistas de la Guardia Civil hallaron huellas dactilares en el número 3 de la calle Ballestares que no se correspondían con las de las personas que, de forma habitual o coyuntural, habían estado en la vivienda.
Este diario pudo saber además que en la noche de ayer el jefe de la Policía Judicial de Huelva permaneció reunido en la Comandancia onubense del Instituto Armado con efectivos de otra provincia y que podrían estar relacionados con esta investigación.
El trabajo incansable de la Policía Judicial del Condado y de los especialistas de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Benemérita parece haber dado sus frutos. La familia de Miguel Ángel Domínguez ya lo había dejado claro el pasado abril, cuando decidió hacer público un comunicado en el que mostraba su "más firme confianza" en que los trabajos prosperaran, subrayando que la investigación es "científica, responsable y seria, desempeñada por un equipo de la Guardia Civil con una extensa experiencia en estos casos, por lo que la actitud de esta familia ha sido siempre la del más escrupuloso respeto a la misma, sin intención de interferir o producir la más mínima contaminación".
El asesinato de Domínguez y su pequeña se produjo el 27 de abril del año pasado. Era sábado, pero los cuerpos no fueron hallados hasta el lunes 29, en torno a las 14:30. Ese día el abuelo materno de la menor, preocupado porque su nieta no había ido al colegio ni su ex yerno a trabajar, decidió entrar en la casa. Aunque las primeras manifestaciones oficiales apuntaban al parricidio, pronto la autopsia realizada por los expertos del Instituto Anatómico Forense de Huelva dejaba claro que padre e hija habían sido asesinados. La dirección y la profundidad de las puñaladas provocadas por un arma blanca no dejaban lugar a dudas de que se trataba de un homicidio. Ambos fueron hallados en habitaciones diferentes, concretamente en sus respectivos dormitorios del piso de la calle Ballestares en el que residía Miguel Ángel.
El 1 de mayo de 2013 medio millar de almonteños arropaban a los familiares de las víctimas en un multitudinario sepelio. Domínguez era muy querido en la localidad, donde era conocido por trabajar en una popular superficie comercial. Ahora que la resolución del caso está cerca, vecinos y allegados se sienten aliviados y expectantes por el devenir de los acontecimientos.
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