Fran González defiende sus ideas en un bar sin enemigos
El candidato socialista propone cláusulas sociales en los contratos "Ayudar a la hostelería está bien, pero no podemos olvidar la industria"
Eduardo, el dueño del bar Casa Lazo le dice al candidato socialista, Fran González, que los políticos tienen que ayudar prioritariamente a los hosteleros porque, tal como están las cosas, "nosotros somos prácticamente la única fábrica que le queda a Cádiz", y el aspirante a la Alcaldía está de acuerdo, y le detalla que, por ejemplo, en su programa llevan que el abono de tasas por ocupación de vía pública con terrazas se haga en base al flujo de turistas, y dependiendo del nivel de facturación. Pero González mete un elemento de discrepancia al recordar que "no se puede abandonar ni olvidar el sector industrial". "¿Qué industrias? -insiste Eduardo- aquí no queda más industria que la playa". El candidato contraataca llamando la atención sobre la importancia que puede tener impulsar el sector auxiliar de la industria naval en el polígono de Zona Franca.
Es casi la única polémica que se produce en el rato de charla que le ofrecemos al político con los clientes de este céntrico bar. Esa, y la irrupción por sorpresa del veterano fotógrafo Salva, que mantiene una pequeña y equivocada polémica sobre la foto del cartel electoral del candidato. Sostenía el profesional que el retrato de González miraba hacia su costado derecho y que "al pueblo hay que mirarlo de frente". El candidato se asusta por un momento y busca en su móvil la foto. Pero no, hay alivio: el equivocado es Salva, que hablaba en realidad del gran retrato que colgó durante un tiempo de la sede socialista en San Antonio. "No hombre, eso era en la campaña de reconocimiento, ahora estoy mirando al frente, ¿lo ves?".
El resto de los diálogos son una balsa de aceite. Ni siquiera estando preparado habría salido mejor el encuentro para el candidato. Si fuéramos mal pensados diríamos que efectivamente estaba preparado, pero hace tiempo que los periodistas perdimos esa sana costumbre. Es que incluso cuando entra Pedro Narváez, integrante de la lista de Ganar Cádiz en Común, que es lo mismo que decir Ganemos, que vendría a ser lo mismo que decir Izquierda Unida si no fuera porque no es lo mismo, se da un abrazo con González y le desea: "¡Por lo menos a ver si le quitamos la mayoría!". Imaginamos a quién. Fran bromea con elperiodista: "¿Ves? Él ya está hablando de pactos".
Manolo Lapi, conocido dirigente y profesional deportivo, está también casualmente por allí, practicando la buena costumbre de leer el Diario en la barra, junto a José Macías, al que sólo le faltó declarar públicamente su adscripción al PSOE. Lapi le expresa al candidato su deseo de que "el buen trabajo que está haciendo se vea refrendado en las votaciones" y Macías, eso sí, reclama la necesidad de que "la gente joven" salga a pelear, exige a González que cumpla lo que vaya a prometer en la campaña, y asegura casi solemne que "si no lo hace, se lo demandaré públicamente". El candidato no parece impresionado por este reto ciudadano, seguro de sí mismo.
En una mesa en un rincón, cuatro parroquianos se avienen de buen grado a debatir con Fran González sobre la ciudad, y lo primero que hacen es protestar por las molestias que provocan que el Ayuntamiento quiera "arreglar la ciudad en 15 días". María es madre de un niño autista y le reclama al candidato que preste atención a las asociaciones de familiares de este tipo de enfermos o discapacitados y facilite su integración, algo que echa en falta hasta el punto de que los familiares llegan a sentir que se les considera "culpables" de los problemas de sus hijos. González le recuerda que hace sólo unos días se reunió con padres y madres de hijos con TDAH, y dice que es fundamental la colaboración de todas las administraciones, en este caso concreto de Ayuntamiento con la Junta. María es escéptica, y no se abstiene de criticar el abuso de mucha gente ante los Asuntos Sociales.
El candidato lleva el debate al terreno del desempleo, y otro de los tertulianos, José, dice que los ayuntamientos pueden hacer más por los proyectos, que él mismo tiene uno que vendría muy bien. Otro José lamenta que es el desempleo el que lleva a los jóvenes a "estar en las plazoletas desocupados y pensando en hacer cosas raras para sacarse algo de dinero". González cuenta que ellos quieren introducir una cláusula social en los contratos del Ayuntamiento para que se obligue siempre a emplear en ellos a una parte de gaditanos, y defiende la formación de cooperativas de trabajadores. Y dirige su esperanza hacia la industria cultural, una playa abierta todo el año...
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