De Órfila al sobrino del alcalde

"La calle no es Órfila, sino Orfila, apréndalo bien...", le espetó Francisco de la Torre a María Gámez como si se tratase de su profesor de Primaria, como si buscase reconducir a su alumna por el camino de la corrección. Pero la candidata del PSOE a la Alcaldía se mostró con una estudiante resuelta y contestataria: "Me gustaría que tuviese la misma sensibilidad con los árboles que la que tiene con la ortografía o la pronunciación".

Fue apenas una secuencia del segundo debate que los candidatos a la Alcaldía de Málaga del PP, Francisco de la Torre; el PSOE, María Gámez, y de IU Málaga para la Gente, Eduardo Zorrilla, protagonizaron en la mañana de ayer en el programa Hoy por Hoy, de la cadena Ser. A diferencia de lo ocurrido en la noche del martes, en Onda Azul, el debate sí fue tal. La discusión alcanzó cierta tensión cuando, por ejemplo, Gámez le hizo ver a De la Torre que la única política de empleo que se le conoce "es la contratación de la hija de un asesor suyo y de un sobrino en uno de los museos".

Y de este perfil varios episodios que pusieron una nota de color en el tradicional argumentario de los aspirantes. El cabeza de cartel del PP insistió en su idea de que Málaga está mejor que cuatro años atrás, destacando su interés por incrementar las opciones de la urbe para atraer inversiones del exterior y por minimizar las desigualdades sociales. "Hemos hecho proyectos importantes en la ciudad, el bulevar sobre el soterramiento, el parque de San Rafael, la Plaza de la Merced, el Centro Pompidou y seguiremos en la nueva etapa con nuevas centralidades", dijo.

Sus opositores, de manera coincidente en algunas líneas, subrayaron el abandono de los barrios y la presión fiscal a la que ha sometido el equipo de gobierno del PP en los últimos cuatro años a los vecinos. "No ha hecho otra cosa que subir los impuestos; cualquier ciudadano que mire su recibo de IBI verá que ha subido; el agua ha subido", afirmó la candidata socialista, generando la réplica de De la Torre, que llegó a asegurar que estaba mintiendo.

En la línea de lo ocurrido con la tala de árboles en la calle Orfila, la cuestión del empleo hizo que los candidatos elevasen el tono. Justo cuando el dirigente popular destacaba la labor municipal en pro de la creación de empleo, Gámez le espetó: "¿Genera empleo la reforma laboral que usted apoyó?", recordándole su papel como senador del PP. "Genera empleo la actividad turística", dijo el regidor, a que volvió a contestar la candidata socialista: "La reforma laboral se ha cargado muchos puestos de trabajo".

El alcalde fue algo más allá en lo tocante al asunto de la limpieza, vía por la que tanto Gámez como Zorrilla trataron de ponerle en evidencia. Lo que no consiguieron fue que el popular desvelase su apuesta para el próximo contrato de Limasa, cuestión que se abrirá de par en par en 2016. De la Torre dijo que una manera de mejorar este servicio para por "un gran pacto entre los trabajadores y vecinos; los vecinos deben respetar el trabajo que es muy bien hecho por los trabajadores; podemos buscar mecanismos de estímulos, que no es pagar más, es distribuir lo que se paga según criterios de productividad".

Frente al mensaje del alcalde, Gámez incidió en que la limpieza es "un grave problema", al punto de afectar "a la dignidad de las personas". Propuso destinar más recursos a ello y municipalizar el servicio, algo de lo que se congratuló el cabeza de cartel de IU. "Me alegro que la postura del PSOE sea remunicipalizar Limasa porque fue el PSOE el primero en privatizarla", le reprochó.

La candidata socialista puso en duda la capacidad de De la Torre para abordar este problema. "Me extrañaría que el señor De la Torre fuera capaz de abordar lo que no ha conseguido hasta ahora porque quien piensa que son suficientes 11 litros para ducharse difícilmente va a entender que hace falta más de un cubo de agua para limpiar una calle".

Incluso, tuvieron la oportunidad de hablar de los salarios que estarán dispuestos a cobrar si son elegidos alcalde. De la Torre se posicionó en favor de las directices marcadas por la FAMP, que iría en la línea de lo que actualmente percibe, 62.800 euros brutos anuales. La candidata del PSOE afirmó que el salario "tiene que ser moderado" y aseguró que lo que percibe actualmente como portavoz de la oposición se da por satisfecha. La cifra es de 53.380 euros. Y Zorrilla fue aún más austero, asegurando que no superará tres veces el salario mínimo interprofesional, que se traduce en menos de 24.000 euros anuales.