¿De verdad se recauda más bajando impuestos?

La curva de Laffer es una representación gráfica que trata de demostrar que las bajadas de impuestos aumentan la recaudación. La lógica es fácil de entender: al haber más dinero en manos de los contribuyentes, la actividad económica se revitaliza, se crea empleo y eso genera, a su vez, más pagadores y finalmente los ingresos públicos aumentan. Un círculo mágico.

Esta es una de las ideas fuerza del PP (y de Ciudadanos) en esta campaña electoral. En el debate televisivo de RTVE, Juanma Moreno aseguró que entre 2019 y 2021 la Junta había recaudado 925 millones más en concepto de IRPF (el tramo autonómico) 'gracias' a las sucesivas rebajas de este impuesto. Y que la región había ganado 285.000 contribuyentes, unos 80.000 venidos de fuera (mencionó Madrid) y atraídos por la menor presión fiscal.

Los datos de Moreno (en lo que se refiere a la recaudación) proceden de los Cuadernos de recaudación tributaria de la Junta de Andalucía, que indican que la administración autonómica ha pasado de recaudar 4.671 millones en 2018 por este concepto a 5.597 en 2021 (926 millones más). Pero esta estadística tiene truco, porque no refleja la recaudación real, sino las entregas a cuenta que hace el Estado (que es el recaudador) basándose en un cálculo aproximado.

Para conocer la recaudación real, hay que acudir a las liquidaciones definitivas del ejercicio, que suelen demorarse al menos dos años. En 2020, por ejemplo, el Estado elevó un 6% sus entregas a cuenta en un contexto de 'shock' por la irrupción del coronavirus, por lo que es previsible que la Junta tenga que devolver dinero (y probablemente bastante) cuando tenga lugar la liquidación.

Para tener indicios (no certezas) de si lo de la curva de Laffer es cierto, y hasta qué punto, hay que acudir, pues, a la recaudación total, y especialmente en el caso del principal impuesto rebajado: el IRPF, para el que la Junta dispone de capacidad normativa en el 50% (tramo autonómico).

De eso sí hay datos recientes (no específicamente del tramo autonómico, sino lo de los ingresos totales), y también de la evolución de impuestos cedidos como el de Sucesiones y Donaciones, el de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados o el de Patrimonio, que sí han sido tocados por la Junta en diferentes momentos.

Respecto a la evolución general del IRPF (ver gráfico), la Agencia Tributaria recoge en sus informes de recaudación por delegaciones un incremento mayor en Andalucía que en el conjunto de España desde 2015. ¿Se observa una mayor aceleración de la recaudación en los últimos años? La respuesta es que no, como se observa en la curva de los gráficos. Con la excepción de 2020, Andalucía se comporta mejor en épocas de expansión y peor en momentos de contracción, independientemente de la presión impositiva.

En la comparación entre la etapa socialista y la del PP-Cs tampoco se observan muchas diferencias. Entre 2019 y 2021 los ingresos totales por IRPF aumentan en la comunidad en 1.226 millones de euros (+18,8%) y entre 2016 y 2018 (años de Gobierno del PSOE) en 1.136 millones de euros (+21,2%). La variación entre uno y otro periodo es, como se puede ver, bastante escasa.

De los impuestos cedidos por el Estado, en los que Andalucía tiene capacidad normativa, sí se puede saber la recaudación real de la Junta, porque es el organismo recaudador. Pero su evolución está condicionada por el bajón en el año 2020 y el posterior rebote en 2021. Si hacemos una comparativa entre lo que se recaudó entre 2019 y 2021 (Los datos están tomados de los informes de ejecución presupuestaria de la Agencia Tributaria, que recogen la recaudación descontados anticipos y liquidaciones) el resultado es bastante dispar.

La única recaudación que cae en ese periodo (2019-2021) es la del impuesto de Sucesiones y Donaciones (-2,96%), que ya había descendido con fuerza en años anteriores (también con Susana Díaz de presidenta) por las sucesivas rebajas del impuesto.

A diferencia de Sucesiones suben, y bastante, los ingresos del Impuesto de Transacciones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados (10,9%), pero menos que la media del Estado (13,8%). Y se produce un ascenso espectacular de los ingresos por Patrimonio. Se elevan un 31% entre 2019 y 2021, mientras que a nivel nacional solo se incrementan un 10,5%.

De estos tipos impositivos, los más vinculados a la actividad económica son los de Transacciones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados (y aquí la recaudación aumenta menos que en el Estado). Los otros dos, Sucesiones y Patrimonio, pueden oscilar mucho de año en año porque dependen de circunstancias ajenas a la actividad, como herencias o variaciones patrimoniales de unos pocos contribuyentes. Y en el caso de Sucesiones se trata de la rebaja más temprana del Gobierno de Moreno.

También son de mucha menor cuantía: en el periodo 2019-2021 se han ingresado 100 millones por Patrimonio y 300 por Sucesiones y los de Transacciones Patrimoniales (ITP) y Actos Jurídicos (IAJD) se elevan a casi 1.600 millones.

En la comparación de la media anual recaudada en los periodos 2016-2018 y 2019-2021 en Andalucía se observa que Sucesiones sufre un tajo de 135 millones de euros de ingresos medios anuales; Patrimonio resiste bien con un ligero incremento; y los de ITP y IAJD suben un 4,8%, pero, otra vez, la mitad que la media del Estado (10%)