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DERBI Joaquín lo apuesta todo al verde en el derbi

Juan Manuel Sánchez Gordillo, dirigente del SOC y parlamentario andaluz de IU-CA

"Un gobierno de coalición con el PSOE sería la muerte de IU-CA"

  • "Parece que el PSOE perderá la mayoría absoluta en Andalucía, y no sería malo que cayera este régimen". Sánchez Gordillo es muy crítico con el PSOE y dice que Zapatero y Griñán hacen políticas de derechas. También opina que UGT y CCOO son "sindicatos del régimen". Su visión del mundo no cambia y su ideal de utopías se basa en Cristo y en Marx

FIEL a sus ideas, Juan Manuel Sánchez Gordillo llega a su cita en el despacho de Izquierda Unida en el Parlamento de Andalucía después de una reunión con jornaleros. Llega con su pañuelo palestino, mientras salen del pleno los parlamentarios vestidos con traje oscuro y corbata.

-¿Corren malos tiempos para la izquierda?

-Corren los mejores tiempos para la izquierda revolucionaria y anticapitalista. La izquierda tiene una oportunidad, porque el mito del mercado ha caído, y han tenido que recurrir al dinero público para evitar la ruina. Es una magnífica oportunidad.

-Sin embargo, se suele decir que la izquierda marxista ya no tiene sentido…

-Pues tiene más sentido que nunca. Lo que Marx quiso nunca se llevó a la práctica, igual que lo que Cristo quiso tampoco se llevó a la práctica. La igualdad, el respeto a la dignidad del ser humano, el medio ambiente, que la riqueza no sea privilegio de unos pocos… La sociedad de la hermandad se abre paso cada vez más. Y esto ya estaba en el marxismo y en el cristianismo evangélico.

-¿Usted es muy cristiano?

-Admiro el cristianismo de Ellacuría o Leonardo Boff. En Andalucía, Diamantino fue uno de los fundadores de nuestro sindicato, el SOC. Para mí, Cristo es el primer comunista de la historia. Dijo que todos somos iguales y defendió un humanismo radical. Eso, el comunismo con libertad, es lo que yo defiendo. Hace falta un cambio profundo.

-Paso a otros temas. ¿La última huelga general fue un fracaso de los sindicatos?

-La huelga general no salió lo suficientemente bien. ¿Por qué? Porque los grandes sindicatos son cómplices de la política del Gobierno. Cuando se ven atacados, intentan reaccionar y convocan la huelga, pero así es difícil movilizar. Han perdido credibilidad.

-¿Cree que UGT y CCOO están domesticados por el Gobierno?

-Totalmente. No son sindicatos de clase, sino del régimen. Si recibes 50 millones de euros al año es difícil ser reivindicativos. La financiación de los sindicatos hace que estén de rodillas delante del Gobierno. Si no fuera así, ¿por qué no convocan más huelgas generales, como en Francia?

-¿Quiere que convoquen más huelgas?

-Si no han conseguido nada, no basta con una sola. Hay que sacar frutos. Han organizado una huelga de fotografía.

-¿Qué le parecen los cambios en el Gobierno? ¿Ha girado a la izquierda?

-No necesitaban cambiar de caras, sino de políticas. Éste es un Gobierno neoliberal, de derecha. Ni siquiera Aznar, cuando gobernó, se atrevió a meter mano a los pensionistas y los empleados públicos. Las políticas son las mismas, y ahora hemos ido a peor, porque se plantea la jubilación a los 67 años y el despido más barato. En la práctica, éste es el Gobierno más reaccionario y de derechas desde la Transición.

-¿Zapatero es peor presidente que Felipe González?

-Peor con diferencia. No ha tenido proyecto desde que gobierna. Algunos economistas cualificados, como Stiglitz, han planteado que en tiempos de crisis son más necesarias las inversiones públicas. Pero Zapatero se ha dedicado a hacer recortes en lo público. No es ni socialdemócrata, es pro capitalista.

-¿Y qué le parece Griñán en Andalucía?

-Griñán está a la derecha de Chaves. Al menos, Chaves era más cercano a la gente, más populista. Griñán es ortodoxamente neoliberal, más consecuentemente neoliberal.

-¿Qué cree que pasará en las próximas elecciones autonómicas andaluzas?

-Parece que el PSOE perderá la mayoría absoluta. Y no sería malo que cayera este régimen, que se mantiene con una televisión bajo control, unas diputaciones que ya son inútiles, con empleos a los suyos… Es un régimen.

-Si el PP gana sin mayoría absoluta, y el PSOE puede gobernar con IU, ¿deberían apoyarlos?

-Yo espero que nunca se dé un gobierno de coalición con el PSOE. Eso sería la muerte de IU-CA. El que pacta con el diablo termina en el infierno. IU-CA debe ser la alternativa de la izquierda, trabajar para eso.

-Pero si no hay mayoría absoluta, el voto de IU sería decisivo…

-Puede haber algunos pactos puntuales, pero sin entrar en el Gobierno. Ahí está la experiencia del PA, que pactó y gobernó con el PSOE, y después se hundió.

-¿Izquierda Unida está bien ahora, o debe cambiar su estrategia?

-Tiene que girar más a la izquierda. Debería tener más en cuenta los hechos nacionales de los territorios del Estado. Debería ser más nacionalista, más ecologista y ser una fuerza municipalista, que insista en la descentralización de los ayuntamientos. Y además de eso, está la ética. Hace falta una regeneración, que IU debería abanderar.

- Usted conoce la Andalucía rural. ¿Es cierto que vive del subsidio y la limosna del Estado?

-Preferimos que el dinero público llegue a cambio de trabajo, que se hagan infraestructuras, etcétera. Si hay que quitar algo no es el PER y su filosofía inicial, sino el subsidio de desempleo. Algunos confunden las cosas. El PER en sí no es malo. Lo que se debe hacer es apostar por el cooperativismo y la agroindustria en esas zonas. Ahora bien, dar dinero a cambio de nada es como jubilar a chavales jóvenes, y eso sí es malo.

-¿Todavía piensa que Andalucía necesita una reforma agraria?

-Es imprescindible. Hoy la tierra está aún más concentrada que en los años de la Transición. Un 20% de los propietarios tiene el 50% de la tierra cultivable. Eso se debe a una política equivocada, porque recibe más el que tiene más hectáreas. Hay 450.000 campesinos andaluces que tienen una deuda impagable. La política agraria ha fracasado. En el mundo hace falta una soberanía alimentaria, el concepto de que la alimentación es un derecho de los pueblos.

-¿La política agraria andaluza depende demasiado de lo que digan en Bruselas?

-Hay una Consejería de Agricultura que no decide nada. Obedecen en todo a Bruselas. En vez de consejero o consejera, hay un conserje. No hay política agraria. Si nuestro olivar y nuestro aceite estuvieran en el País Vasco, estos problemas tendrían más publicidad.

-Se le ha criticado que a veces participa en manifestaciones de protesta que acaban con ocupaciones e incidentes violentos…

-Siempre he defendido la no violencia, aunque reivindiquemos lo que creemos justo. Nunca he dado una pedrada a un policía. Ojalá pudiéramos tener una sociedad sin violencia, como defendía Gandhi, y con justicia.

-También le acusaron de apoyar a Batasuna y al entorno terrorista de ETA…

-Nunca he apoyado el terrorismo. Sí he dicho que hay que intentar solucionar los problemas a través del diálogo y la paz. Creo que hay que reconocer el derecho de autodeterminación en Andalucía, en Cataluña, en el País Vasco y donde sea. Es decir, asumir el derecho a la libre determinación de los pueblos.

-¿Eso no es apostar por el independentismo?

-Yo me refiero al derecho. Creo que un referéndum por la independencia no lo ganarían ni en el País Vasco. Pero las cosas se confunden porque el nacionalismo está criminalizado.

-En Andalucía el nacionalismo va mal. ¿Se perdió el espíritu del 28-F?

-Se ha defraudado a la gente. Los que salieron a la calle el 4-D y el 28-F planteaban una lucha contra la desigualdad histórica. Pero los presidentes, desde Escuredo a Griñán, han sido obedientes con Madrid y han convertido esto en una sucursal. No tener un grupo parlamentario en Madrid ha servido para dar más dinero al País Vasco, o al Tripartito catalán. A nosotros incluso nos quitaron la deuda histórica. Andalucía es una cenicienta y mandan el País Vasco y Cataluña.

-¿Cómo se ve en el futuro?

-Tengo claro mi compromiso. Quiero ser cada vez más austero y también más solidario, para seguir en el empeño de buscar una sociedad más justa. Este es un planeta que hay que modificar. Esa opción por los más empobrecidos no la cambio por nada.

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