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Fondos públicos

La "gymkhana" del SAE en la región del paro

  • El Servicio de Empleo sigue en río revuelto: al desempleo o la corrupción se le unen los líos de personal (Alpes, Orienta, consorcios...) con problemas para pagar las nóminas de octubre.

Mientras 1.281.900 andaluces se despiertan cada mañana sin ocupación (Encuesta de Población Activa) o un millón de andaluces fichan cada primero de mes con la vaga esperanza de encontrar un trabajo (paro registrado), el Servicio Andaluz de Empleo (SAE), el instrumento destinado a encontrarles una salida, bracea por escapar de ríos revueltos aparentemente ajenos a ellos.

Con la losa de un paro estructural que bate récords en Europa, sin acciones formativas desde 2011 por la ineptitud de la Administración, y bajo el bochorno de los casos de corrupción (ERE, cursos de formación, ...), con funcionarios desmotivados e incluso imputados por la rúbrica de documentos, el penúltimo escalón en la carrera de obstáculos del SAE procede de la gestión de su propio personal.

En cascada, sentencias judiciales están obligando al SAE a integrar a trabajadores de colectivos denominados con variopintos acrónimos (Alpes, Faffes, Memtas,...). Una consecuencia inmediata es el recorte en la contratación de trabajadores de asociaciones, sindicatos y ayuntamientos (Orientas). Al mismo tiempo, el SAE busca una solución para pagar las nóminas a los empleados de los consorcios de empleo.

Una "gymkhana diaria", describe la situación Julio Coca, secretario general de Empleo y director gerente del SAE desde julio, que explica a esta redacción los últimos acontecimientos, tras años en los que los responsables de esta agencia renegaron de hacer declaraciones públicas. El último escollo procede de una precariedad económica que motivó la aprobación por parte del Consejo de Gobierno el pasado 20 de octubre de una transferencia de créditos por valor de 5,6 millones de euros al SAE para pagar las nóminas de octubre, una operación a la que la Consejería de Empleo, Empresa y Comercio, de la que depende el SAE, resta relevancia no obstante.

La relación de asuntos aprobados por el Consejo de Gobierno no informó de este asunto que sí constaba en el orden del día previo, accesible en el portal de transparencia al igual que los documentos que justifican esta operación, la tercera en lo que va de año, y que muy probablemente no será la última.

De los presupuestos en vigor, el SAE ya informó en mayo de la "insuficiencia presupuestaria" que le causaba la readmisión del personal de las extintas Utedlt, unas 95 unidades que gestionaba junto a ayuntamientos y que extinguió en 2011 en la polémica reforma del sector público.

El Consejo de Gobierno aprobó una transferencia por 27 millones de euros (los restó de pago de deuda) para los conocidos como Alpes (Agentes Locales de Promoción de Empleo). Son entre 700 y 800, y el Tribunal Supremo les está dando la razón en su reincorporación, aunque la Junta espera las sentencias firmes. De hecho, de esos 27 millones sólo ha utilizado 179.661 euros y hasta la fecha se han incorporado 72 Alpes. Según Coca, a los Alpes se les ha facilitado una solución provisional de destino y se les ha dado cursos de formación para "reciclarles" y que comiencen a trabajar en las oficinas. "No han estado en su casa, cobrando sin hacer nada", añade.

Esos 27 millones son para este gasto específico, por lo que a finales de julio el Consejo de Gobierno aprobó otros 5 millones (restados esta vez del programa 32.L, sobre empleabilidad, intermediación y fomento del empleo) para pagar nóminas de otros promotores de empleo readmitidos. Son un centenar y entre ellos se encuentran los Memta (asesores de un plan puesto en marcha por la Junta en plena crisis), aunque la mayoría proceden de unas contrataciones originarias del Gobierno central, prorrogadas por la Junta, y a los que los tribunales están obligando a readmitir, aunque no con la misma rotundidad que con los Alpes.

Esos 5 millones iban a pagar julio y agosto, aunque principalmente se utilizaron para el pago de las indemnizaciones por despido, explica Coca. Ahora los nuevos 5,6 millones se utilizarán para pagarles las nóminas a estos mismos promotores de empleo en octubre, y se pide también para noviembre y diciembre por un total de 1,5 millones. El resto de la transferencia se unirá al saldo todavía disponible en el SAE, de 3,3 millones, para pagar al resto del personal.

Entre éstos se encuentran otros trabajadores que, al igual que los Alpe, eran externos y se han integrado en la plantilla del SAE como laborales sin pasar por un procedimiento reglado. Se trata de los Faffe, ex empleados de la Fundación Formación para el Empleo, que rechazados por Educación cuando asumió las competencias de formación se quedaron en el SAE sin ocupación conocida. Tan multiétnica es la plantilla del SAE que, por ejemplo, el convenio colectivo de los Faffe establece que la paga extraordinaria se les abona en noviembre.

Ahora los ex Faffe, otro millar, pueden encontrar un nuevo rol, ya que el SAE pretende incorporarlos junto a otros promotores en las políticas activas de empleo, como el Andalucía Orienta. Esto ha originado las críticas de orientadores de asociaciones, sindicatos o ayuntamientos que hasta ahora eran los beneficiarios tradicionales de estas actuaciones, prácticamente las únicas políticas activas de empleo que se han ejecutado en los últimos años, y que en 2016 recorta a la mitad las subvenciones, de 30 a 13 millones.

Esta pasada semana el consejero de Empleo, José Sánchez Maldonado, cifró en 800 millones de euros los fondos de formación que se dejaron sin gastar en los últimos cuatro años al no llevarse a cabo cursos de formación, la práctica en la que se especializó la Faffe.

Para todo este personal el SAE ha reclamado esta última transferencia de crédito, que afecta a la partida 72A (de fomento empresarial, energía e infraestructuras y servicios tecnológicos) "al no ser necesarios" para la finalidad inicialmente prevista.

Esta operación no ha gustado a la Intervención General. En el expediente en el que informa favorablemente de la transferencia este centro directivo insta a establecer objetivos e indicadores adecuados en los presupuestos, "máxime en una partida presupuestaria tan relevante" como ésta.

Y esta transferencia probablemente no será la última. "La prioridad es pagar las nóminas. Eso está muy claro", concluye Coca.

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