Más de 170 peregrinos intoxicados en Granada
Dejaron al sol en la playa los sándwiches de atún y mahonesa que les repartieron
Más de 170 jóvenes se vieron afectados la noche del domingo por una intoxicación alimentaria en un campamento de la localidad granadina de Otura. La gran mayoría fueron peregrinos italianos de camino a la Jornada Mundial de la Juventud que se celebra esta semana en Madrid.
Todo apunta a que la intoxicación se produjo por tomar sándwiches en mal estado (de atún, huevo y mahonesa). No obstante, se realizarán las pruebas oportunas a la comida para confirmar si llegó mal al pabellón o fue, como apuntan todas las fuentes consultadas, una mala conservación de los peregrinos, ya que muchos de ellos pasaron la tarde en la playa y dejaron la comida al sol. Todos los jóvenes comieron lo mismo, pero sólo se vieron afectados el grupo que viajó a la playa de los más de 300 alojados en el pabellón.
De los intoxicados, unos 15 optaron por acudir al centro sanitario de Almuñécar tras comenzar a sentir los primeros síntomas aún en la playa. Después hubo otro grupo que recibió asistencia en el centro de salud de Armilla hasta que se desplazó el personal al propio pabellón para seguir atendiendo allí al resto de afectados ante el aumento imparable de casos. Se llegó a activar una alerta sanitaria.
Aunque no hubo ningún caso grave, los médicos desplazados hasta el centro deportivo recomendaron a los jóvenes hidratarse bien y tomar bebida isotónica y sueros. Lo estuvieron haciendo toda la noche del domingo y cuando partieron ayer a mediodía hacia Madrid, en los autobuses llevaban un cargamento de estas bebidas para que las tomaran durante el viaje. Incluso la Curia, la encargada de la organización, dio aviso a Madrid para que prestaran especial atención a este grupo a su llegada a la capital.
Según fuentes de la Delegación Provincial de Salud, se pudo comprobar en el campamento que los sándwiches señalados como posible origen de la intoxicación estaban "bien etiquetados, precintados y conservados", por lo que tomó fuerza la teoría de que pudo ser la mala utilización de la comida por parte de los jóvenes la que causó los problemas. Otra cuestión es si los emparedados de atún, huevo y mahonesa era lo mejor para estos jóvenes dada la fecha y las altas temperaturas que se registran estos días.
Desde el Ayuntamiento de Otura se quiso dejar claro que "la Curia es la que reparte el catering entre los jóvenes y lo tenía contratado a una empresa. Nosotros sólo cedimos el pabellón para que se establecieran y pernoctaran".
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