Los policías se percataron desde el principio de que algo "no cuadraba"
juicio por la desaparición de ruth y josé 3 Testimonios claves
Los agentes insisten en que la conducta de Bretón era "extraña" y que cayó en varias contradicciones.
Diez minutos. Éste fue el tiempo que necesitó un agente que participó en la búsqueda de los menores el 8 de octubre de 2011 para percatarse de que "algo no cuadraba" en la versión que repetía su padre, José Bretón, que se enfrenta a 40 años de prisión. Según el agente, que estuvo con el acusado hasta que finalizó el primer registro a la finca -sobre las 04:00 del 9 de octubre-, el acusado fue colaborador, pero mostraba una "frialdad" que, según insistió, no "era normal" en un padre que acababa de perder a sus dos hijos.
Este mismo relato lo repitieron los cinco agentes que ayer prestaron declaración en la vista oral que se celebra en la Audiencia Provincial contra José Bretón. A los policías que participaron en la primera búsqueda les sorprendió desde un primer momento la "tranquilidad" que presentaba José Bretón, quien, a pesar de colaborar con los agentes, no facilitaba todos los datos por lo que se le preguntaba y que, una vez que iba pasando el tiempo "incurría en más contradicciones".
Los agentes, que se desplazaron hasta las inmediaciones del Parque Cruz Conde, coincidieron en que la actitud del acusado "era extraña", de modo que, aunque en un primer momento creyeron en la versión del acusado, al poco tiempo comprobaron que "algo olía raro". Del mismo modo, los agentes que se encontraban en dependencias policiales y que atendieron al acusado cuando interpuso la denuncia, insistieron en que Bretón continuaba "totalmente tranquilo", mientras que su cuñado, José Ortega, que lo acompañaba en ese momento, se encontraba, "alterado, nervioso y en estado de ansiedad patente". Al poner la denuncia, uno de los agentes detalló que el acusado tenía "falta de comunicación, porque no expresaba los hechos realmente" y "total falta de interés", una actitud que, según su experiencia policial, "se contrapone con la de todos los padres que acuden a denunciar la desaparición de un hijo". Además, otro agente precisó que "nunca ofreció un relato de hechos continuado, se quedaba corto en la explicación, hablaba cosas generalistas y vagas de lo que había pasado".
Horas después de que Bretón diese aviso de la desaparición fueron los propios agentes los que decidieron ampliar el radio de búsqueda hasta la finca de los abuelos paternos, en la que Bretón señaló que había estado con los niños. "El hecho de ir a la finca fue una decisión policial porque no nos cuadraba que los hubiese perdido en el parque y pensamos que los podía haber escondido allí", insistió uno de los agentes.
Una vez allí, los policías repitieron que Bretón continuaba mostrándose con "frialdad" y que en ningún momento les recriminó que estuviesen allí buscando si sus hijos se habían perdido en el Parque Cruz Conde. En esa primera búsqueda descubrieron la hoguera que el acusado había realizado tan sólo horas antes. "Al principio no le dimos importancia a la hoguera porque buscábamos a los niños con vida". En este sentido, los agentes insistieron en que el imputado cayó en varias contradicciones, ya que en un principio dijo que había estado en todo momento en el interior del vehículo junto a sus hijos, mientras que tras descubrir la hoguera, dijo que había estado quemando recuerdos de la mujer, en concreto papeles y ropa, aunque a uno de los policías le señaló que también había quemado a animales, en concreto, gatos, que había encontrado en la finca.
La última agente que prestó ayer declaración destacó que en la reconstrucción de los hechos en el mes de marzo del pasado año en el Parque Cruz Conde "todos los indicios" llevaban a que "los niños no habían salido de la finca". En este sentido, indicó que, según esta prueba, los tiempos que daba Bretón no cuadraban, ya que "si fuese como él decía, habría informado a su hermano de la desaparición antes de que este hecho hubiese ocurrido".
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