El monte reclama una gestión forestal y un aprovechamiento sostenibles para frenar los incendios

En estos últimos años en Andalucía hemos visto cómo se han intensificado los incendios forestales, denominados de sexta generación, capaces ya de devastar grandes superficies en muy pocos días e incluso, horas. De hecho, se ha tenido que adelantar el inicio de la época de Peligro Alto de incendios al 16 de mayo época de Peligro Alto de incendiosante la grave situación de sequía que atravesamos y las altas temperaturas. Pero, ¿qué significan exactamente este tipo de fuegos y qué medidas se están tomando al respecto? ¿Está fallando quizás el modelo proteccionista que tenemos de gestión forestal y es hora de plantear cambios?

Éstos fueron algunos de los planteamientos básicos de los que partió la mesa de debate titulada Actuaciones forestales y su impacto en la sociedad rural y el medio ambiente, organizada este martes por Grupo Joly en el Hotel NH Collection Sevilla y en la que participaron seis expertos en la materia: Sergio Arjona, viceconsejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta de Andalucía; José López, jefe del departamento de Actuaciones en el Medio Natural en la Delegación Territorial en Málaga de esta misma consejería; Teresa Magdaleno, secretaria técnica y de comunicación de la Asociación de Empresas Forestales de Andalucía (AAEF); Fernando Mora-Figueroa, director general de Medio Ambiente Parques y Jardines del Ayuntamiento de Sevilla; Ricardo Zamora, vocal del Colegio Profesional de Ingenieros de Montes de Andalucía; y Juan Francisco Romero, jefe del área de Actuaciones Hidrológico Forestales de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.

El objetivo de esta jornada, moderada por la redactora senior de Diario de Sevilla, Ana Sánchez Ameneiro, era en última instancia poner en valor el gran papel que desempeñan los profesionales, técnicos y empresas que trabajan en el monte no solo en la extinción de incendios, sino también en el aprovechamiento de los recursos naturales que brinda el campo y en la repoblación rural. Como causas principales de los grandes incendios hubo consenso entre los participantes en señalar dos factores: la acumulación de masa (o combustible) forestal y una mala gestión del monte. El abandono de las zonas rurales y del trabajo en el campo también contribuye.

“Incendios ha habido siempre, más grandes y pequeños, lo que sí hay es una acumulación de combustible por falta de gestión del monte”, aseguró Fernando Mora. “Estoy de acuerdo” -apoyó José López- “pero creo que los incendios cada vez son más comarcales, afectan siempre a más de un término municipal. Por eso las medidas a tomar deberían ser también comarcales, por ejemplo, mantener en condiciones los caminos y sendas de acceso de los bomberos, como ya se está haciendo en el Parque Nacional Sierra de las Nieves, en Málaga”, explicó.

Juan Romero, de la CHG, también apuntó en esa dirección: “La política contra incendios se resume en tres capítulos: la falta de prevención, la falta de inversión y la falta de gestión. Además el abandono social del monte, los usos y costumbres de aprovechamiento de leña y de madera que había se están perdiendo y eso hace que el riesgo aumente”.

Por su parte, Sergio Arjona afirmó que desde la consejería “tenemos que hacer una mayor gestión forestal. Evidentemente, queremos apostar por esos ‘paisajes mosaicos’ como barrera eficaz a los incendios y por duplicar los esfuerzos en esas zonas de alto riesgo”.

Volver al monte

Teresa Magdaleno fue un paso más allá: “la solución pasa por una gestión forestal sostenible. Eso implica gestionar el aprovechamiento de leña, corcho, setas, trufas, hacer que el monte sea atractivo para que la gente del monte vuelva”, y una economía del monte “con planificación de inversiones potentes y constantes en el tiempo, que incluyan incentivos a los propietarios privados”, añadió.

Mora-Figueroa avaló esta propuesta, lamentando la situación actual. “Hace años que se perdió el concepto de aprovechamiento y se cambió por el tema de las grandes inversiones. Os pongo un ejemplo: yo tenía 600 ovejas en Cáceres, cuando se jubilaron los dos pastores que quedaban no encontré nadie. Al final tuve que vender mis ovejas. Se están acabando los oficios tradicionales y ya son muy difíciles de recuperar. Nos hemos olvidado de gestionar los montes, de aprovechar los montes”, lamentó. Como posible medida propuso la creación de “una especie de política forestal común, similar a la PAC de los agricultores, que ayude y que incentive para que los montes estén ocupados”.

Las limitaciones de uso del monte también fue objeto de debate. Los invitados criticaron el concepto de “prohibición” que han llevado implícito los parques naturales. “Estas limitaciones de uso generan despoblamiento de las zonas rurales, y la solución es una revisión integral de los planes de ordenación de los recursos forestales”, opinó Romero. “Hay que incentivar el pastoreo entre otras cosas para mantener los cortafuegos y que sirvan para vigilancia de los montes”. Zamora apostó también por “promover la caza, un recurso de alto valor ecológico”, así como por “la ganadería extensiva”, según Mora-Figueroa. “Estas prácticas están mal vistas pese a ser muy útiles. Si alguien se cree que a base de inversiones públicas se van acabar los incendios no es así”, apostilló.

La nueva agencia de emergencias y el Infoca

En el foro también se también valoró la reciente creación de la nueva Agencia Integral de Emergencias de Andalucía, una novedad por la cual la gestión del Plan Infoca pasa a la Consejería de Presidencia. Para los expertos, la ventaja es que “se unifican todos los medios de emergencia en un mando único y que el trabajo no se detiene en verano”. Sin embargo, mostraron su preocupación por la profesionalización de los técnicos del Infoca, y lamentaron la descapitalización de recursos humanos de la administración en cuanto a dotación de ingenieros de montes o forestales. “Es un tema muy urgente. En diez años solo se han convocado 15 plazas de ingenieros de montes”, matizó Zamora. En este sentido, recalcaron que ese personal técnico del Infoca debe conocer el territorio profundamente para actuar eficazmente ante un fuego. “Como siempre digo, el monte hay que conocerlo para apagarlo”, señaló Mora-Figueroa.

Otra preocupación que reseñaron fue que la prevención de incendios disminuya al depender de Presidencia. El viceconsejero ratificó que, al depender de Presidencia, “se crea un mando único para optimizar y gestionar los recursos, y el bombero forestal es el cuerpo específico para gestión de incendios. Para el representante de la Consejería este modelo “será un éxito porque esta gestión se ha aplicado en otras comunidades”.

Sobre los presupuestos

Presupuestos e inversiones fue otro de los puntos críticos del debate, poniendo el foco en cómo, a pesar del aumento del constante crecimiento de los presupuestos dedicados a la gestión forestal, éstos parecen insuficientes para la gran superficie con la que cuenta Andalucía (4,3 millones de Ha).

Desde la Junta, “hemos destinado hasta ahora 110 millones a ayudas forestales a particulares, pero en mi opinión ha sido un total fracaso, porque hay mucha carga burocrática y van muy lentas”, admitió Sergio Arjona. “Y ésa es una de las principales líneas que queremos cambiar. Hay previstos ya otros 54 millones para las nuevas ayudas, y lo que queremos es optimizarlas para que se activen de la forma más inmediata posible”, aseguró.

Por su parte, el resto de invitados lamentó que la inversión pública para mantener las masas forestales sea lenta e inestable. Más que presupuesto, el sector cree que haría falta “una sólida estructura profesional de expertos forestales de la administración que responda a las necesidades de los propietarios privados y de los terrenos públicos de la administración”, dijo Mora-Figueroa. “Y que esos equipos tengan continuidad es lo más importante para el gremio”, abundó también López. Además, señalaron las carencias para ejecutar todo el presupuesto por la falta de un equipo de profesionales forestales que sufre la administración.