El Ministerio de Cultura, a través de la Fundación Thyssen, dispondrá de dos meses para notificar su voluntad de ejercer el derecho de adquisición preferente de la colección Carmen Thyssen en caso de que la baronesa o su hijo reciban una oferta de otro comprador y lo notifiquen.

Así consta en el borrador del contrato al que ha tenido acceso Europa Press y que han firmado este miércoles 9 de febrero la baronesa, Borja Thyssen y el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, por el alquiler de la colección Carmen Thyssen.

En las condiciones de arrendamiento, se recuerda que el Estado podrá notificar antes de la finalización -15 años- del contrato de alquiler su disposición a comprar la colección. A partir de ese momento, se abriría una negociación que deberían culminar ambas partes antes de que acabe el contrato de alquiler.

Si se llega a un acuerdo, se restará al precio completo acordado las anualidades de los años de alquiler ya pagados. En caso contrario y, si la baronesa recibiese una oferta satisfactoria de otro comprador, debería de pagar una anualidad de renta si incumpliese la obligación de aviso a la Fundación Thyssen.

Si el alquiler finaliza sin acuerdo de compra entre ambas partes, la Fundación Thyssen tendrá tres meses para devolver la totalidad de las obras a la baronesa y cualquier retraso en la entrega dará derecho a Carmen Thyssen o su hijo a reclamar una penalización.

Serán causa de resolución del contrato supuestos como los de la falta de pago de la renta en el plazo convenido -"bastará el impago de una anualidad", señala el documento- o el "incumplimiento grave" de las obligaciones relativas a la exposición y exhibición de las obras.

El contrato cubre todos los escenarios económicos. Entre las cláusulas, se contempla que los arrendadores -la baronesa y su hijo- podrán, en cualquier momento durante el periodo de vigencia, disponer libremente, incluido para su venta a terceros, de tres obras de la colección, a excepción de la obra de Paul Gauguin Mata Mua.

Cultura deberá abonar anualmente 6,5 millones de euros durante 15 años, hasta un total de 97,5 millones de euros. Además, habrá una tributación del 21% adicional a la renta que deberá ser ingresada por la Fundación Thyssen, suponiendo un pago anual de 1,3 millones de euros.

El contrato compromete expresamente al arrendatario a mantener expuesto al público el mayor número de obras de la colección que le sea posible atendiendo a la capacidad de las salas. Asimismo, la Fundación procurará integrar obras de la colección en los programas de exposiciones temporales que organice fuera de las instalaciones.

También tendrá la Fundación Thyssen la opción de realizar préstamos temporales, pero Carmen Cervera podrá "manifestar objeciones" en el plazo de un mes si entiende que "no se dan condiciones de seguridad necesarias" o se trata de "un préstamo que no es oportuno". Asimismo, "en ningún caso" se podrán prestar más de 20 cuadros para una exposición temporal.

En las cartelas de todas las obras, mientras estén expuestas, ya sea en el museo o fuera del mismo, se hará constar la expresión Colección Carmen Thyssen. Y tanto la baronesa como Borja Thyssen se reservan el derecho a "inspeccionar cuantas veces precisen y previo aviso por escrito con antelación razonable" cualquiera de las obras de la colección.

También se establece la cesión en exclusiva a la Fundación de todos los derechos de propiedad intelectual e industrial que ostente sobre la imagen de la colección en su conjunto para su explotación comercial por cualquier medio en cualquier soporte (incluido merchandising y digitalización).

Además de Mata Mua y otros ocho cuadros de Paul Gauguin, entre las 330 obras de la colección se encuentran destacadas pinturas como Marina. L'Estaque de Georges Braque, El Jardín del Edén de Brueghel, La Soledad de Corot, Portuguesa (la gran Portuguesa) de Robert Delaunay o Molino de agua en Gennep de Vincent van Gogh, entre otros.