Cofradias

La esencia Primitiva llevada al cine

  • Un abarrotado salón del Pretorio de la Casa de Pilatos sirvió como el mejor escenario para la presentación del largometraje de Carlos Colón y Carlos Valera sobre la Hermandad del Silencio

Explicó Carlos Colón, profesor de la Universidad Hispalense y miembro del Consejo Editorial de Diario de Sevilla , en la presentación de la película Gloria Nazarenorum, que ha dirigido para su Hermandad del Silencio, que "lo que media entre una idea y una película son las personas que la llevan a cabo". Colón y el realizador y montador Carlos Valera han conseguido llevar a la gran pantalla la esencia desnuda y verdadera de la Primitiva Hermandad de los Nazarenos de Sevilla, que viene a ser lo mismo que el alma de la Semana Santa de Sevilla. El ruán negro, el terciopelo morado, las cinco cruces de Jerusalén y el azul inmaculista, el azahar, la saeta de Centeno, la cofradía por Cuna, o la liturgia de la Catedral rindiendo honores a Jesús Sacramentado. Toda la Hermandad se muestra en casi dos horas de metraje y el tándem Colón-Valera consigue transmitir al público lo que significa la Hermandad del Silencio. Su historia, su personalidad, sus grandezas, su peculiaridad e idiosincracia y la enorme belleza de la estación de penitencia que cada Viernes Santo de Madrugada efectúa en la Catedral.

La película, que debe formar parte de la videoteca de todo cofrade que se precie, se estructura en diferentes pasajes que se suceden con los nombres Crux Triumphas (El triunfo de la cruz), Sinelabe Concepta, Por la luz de las tardes de marzo, Vísperas del gozo, Madrugada, Agonía del azahar y La danza del tiempo. A través de ellos, y con la añeja voz de Chano Amador, se suceden las imágenes grabadas durante todo un año por un equipo que ha estado presente en la vida diaria de la Hermandad, en los cultos, en el montaje de pasos y altares, en la salida anual de la Madrugada, en los besamanos o en la misa del azahar del Domingo de Resurrección, cuando la corporación vuelve a nacer. Con una cuidada selección musical, en la película se reproducen textos de destacados autores como Montesinos, Romero Murube, Núñez de Herrera o el propio Carlos Colón.

La cinta comienza con una imagen de la pintura In ictu oculi, de las sobrecogedoras Postrimerías de Valdés Leal, que versa sobre la fugacidad de la vida. En la primera parte se presentan los símbolos y fundamentos de la obra. El Nazareno como salvador del mundo, la Virgen María, concebida sin pecado original, o las cinco cruces de Jerusalén que se muestran en todo el metraje en diferentes soportes. Desde el oro de la corona de la Dolorosa, al dibujo de los cirios de la candelería de la Virgen de la Concepción.

La ciudad se refleja en la película mediante imágenes que soportan el texto de Romero Murube Por la tarde de marzo: "Es que ha llegado la luz y el viento de la Semana Santa. Por esta vira de oro de la tarde de marzo, viene Jesús Nazareno". En estos minutos se suceden diversos planos que muestran la dulzura de la imagen de Jesús Nazareno, que se muestra desde distintos ángulos con una túnica morada lisa y un cruz de madera, para terminar desembocando en el besapié del primer viernes de marzo con túnica de terciopelo y oro y cruz de plata y carey. La recolección del azahar en Santa Eufemia da paso a la preparación de la Estación de Penitencia y a un grupo de nazarenos que se encaminan en la madrugada a San Antonio Abad.

El cine en estado puro se muestra en una escena captada desde la puerta de San Miguel de la Catedral. La Cofradía se despereza desde el Banco de España por toda la Avenida, con el Nazareno al fondo. El silencio sobrecogedor del Silencio en la Catedral, es otro de los momentos destacados. Reverencia ante el santísimo antes de buscar el refugio de Francos y Cuna, lugares donde la cofradía alcanza su máxima dimensión. "Plata y carey por Cuna y una cara en la Campana".

La Macarena también está presente en el alma de esta película. Terminada la Madrugada, se muestra a una cofradía deshecha que volverá a sentirse el Domingo de Resurrección: "Todo resucita en San Antonio Abad cada misa del azahar". Gloria Nazarenorum termina con unos guiños a la historia de la corporación a través de textos y apuntes literarios: "Es la gloria de los nazarenos". Una sucesión de imágenes da paso a los créditos finales mientras suena la mítica saeta de Manuel Centeno: "Silencio pueblo Cristiano".

Carlos Colón explicó que lo que había pretendido en la película es mostrar esa Hermandad del Silencio que conoció en su adolescencia: "Son las imágenes de ese niño que se quedó absorbido por Jesús Nazareno con 13 años y el chaval de 14 que salió por primera vez en aquella cofradía de tramos cortitos".

Tags

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios