Día grande en el Arenal con su Hermandad del Baratillo, una cofradía que presenta un gran cromatismo en todo su cortejo. No sólo en las azules túnicas (de diversos tonos) de sus nazarenos, también en la cera, en los claveles de tonalidad rojo intenso de la Piedad, en el chivato amarillo albero que los nazarenos llevan en sus zapatos por aquello de formar en la Maestranza y, también, en el rosa de tela de capote que algunos costaleros adoptan en forma de herramienta de trabajo.

Salía la Virgen de la Caridad celebrando el cincuentenario de aquella coronación litúrgica que en 2009 el cardenal Amigo convirtió en canónica. Y lo hizo por primera con la medalla de la ciudad que el pasado 8 de diciembre le impusiera el alcalde como reconocimiento municipal por aquella efemérides. La Virgen lució una rosa de plata que le ha regalado su juventud para recordar tan señalado momento.

Un reconocimiento merece la banda del Sol que desfila detrás del primer paso. En su 35 aniversario, la formación está sonando bastante bien, recordando a aquella que a principios de los 90 le discutía a las Cigarreras cuál era la mejor banda de cornetas.