Madrugada

Esplendor de otro tiempo

  • La lluvia dio un respiro a las cofradías que adelantaron el regreso a sus templos por la mañana.

Un escenario calcado al del año 2011. Como si de una pesadilla se tratara, un aciago Jueves Santo hacía presagiar que se iba a repetir lo del año pasado: la lluvia volvería a desbaratar por completo la Madrugada. En el ánimo de la tarde, casi todas las personas eran pesimistas, pese a que las distintas predicciones anunciaban una tregua hasta la mañana. Las diferentes páginas web que informan sobre el estado del tiempo tampoco se ponían muy de acuerdo. Sí coincidían en que habría una tregua. En lo que ya no había unanimidad era en las horas en las que no iba a llover. Unas decían que la mejoría sería a partir de la medianoche, justo cuando tenía que salir la Hermandad de la Macarena. Alguna otra anunciaba que sería a partir de las 2:00 o las 3:00. Demasiado tarde ya para las primeras cofradías en poner su cruz de guía en la calle.

En esas horas de tránsito que van del Jueves Santo a la Madrugada, cuando la Quinta Angustia debería estar buscando el compás de San Pablo por Molviedro; Pasión regresaría al Salvador por Francos, y el Valle estaría protagonizando uno de los momentos más bellos de toda la Semana Santa en su idílico caminar hacia la Anunciación por Rioja, Cerrajería y Cuna, sólo había calle sin cofradías.

La Sentencia

Vídeo: Ainhoa Ulla

La Macarena

Vídeo: Ainhoa Ulla

Los armaos de la Macarena desfilaban un año más bajo la lluvia en ese itinerario de esperanza que realizan cada tarde del Jueves Santo. Tras reponer fuerzas en el Ateneo, dejó de llover. Comenzó entonces esa mejoría ansiada que fue como un paréntesis entre el Jueves Santo y el comienzo del Viernes, donde la lluvia frustró la salida del Cachorro y la Carretería, dos hermandades sin las que es difícil entender la Semana Santa. Las comunicaciones oficiales fueron confirmando las buenas noticias que ya llevaron los armaos en su visita al Señor del Gran Poder: habría Madrugada dos años después. En cualquier caso, las tres hermandades de capa tenían preparado un itinerario alternativo para recogerse antes si la lluvia volvía a aparecer en la mañana.

A las doce de la noche la cruz de guía de la Macarena salía de la basílica para ante el júbilo de las miles de personas que se apostaban allí desde muchas horas antes para disfrutar de la Esperanza dos años después. No hubo lluvia en la Madrugada pero sí mucho frío y una gran humedad en el ambiente. En las sillas de la carrera oficial, el público se protegía con mantas. En calle, la baja temperatura del ambiente hizo que hubiera bastante menos público en muchos lugares. Era bastante fácil moverse y buscar las cofradías. Las pocas esperanzas de Madrugada que se fueron creando durante toda la tarde del Jueves Santo también hicieron que muchas pandillas de jóvenes, esas que se congregan en la calle sólo para beber, desistieran y no se dejaran ver por la noche, propiciando así una madrugada idílica, como de otros tiempos.

El tránsito de las seis cofradías recordó al de décadas pasadas. Los cortejos avanzaban rápidos, se notó mucho en las de capa, sobre todo en el regreso a sus iglesias. El retraso en la carrera oficial, cuando la Hermandad de los Gitanos pidió la venia, era de algo más de media hora. Un tiempo extra que se habían repartido a partes iguales la Macarena y la Esperanza de Triana. Esto no gustó demasiado en los Gitanos, como escribió su teniente de hermano mayor en Twitter.

El Gran Poder

Vídeo: Ainhoa Ulla

La Madrugada transcurrió sin incidentes dignos de mención. La Policía Nacional sólo detuvo a una persona, mientras que se produjeron 125 asistencias sanitarias, 96 de las cuales terminaron con traslado a un centro hospitalario. Algo que llamó poderosamente la atención, y así lo comentaron algunos miembros del cortejo de la Macarena, fue el excesivo celo de la Policía en la calle Francos y Chapineros al paso de la cofradía. Los agentes que abrían paso no dejaban que las personas permanecieran en esas calles y las expulsaban hasta la Plaza del Salvador, que sí registró un lleno absoluto al paso de la cofradía. La Macarena discurrió sublime por una calle Francos desangelada. Se notó en el Señor de la Sentencia el trabajo de Antonio Santiago, sobre todo en las vueltas, ejecutadas sobre los pies en vez de costero. Sobrecogedor el silencio que provoca en el público la Macarena. Una Virgen que agita los corazones y las emociones cuando pasa.

Las tres hermandades de ruán realizaron su estación de penitencia con la sobriedad acostumbrada. Las mujeres se pudieron estrenar como nazarenas en el Silencio un año después. Se notó un repunte en el número de nazarenos de esta corporación, algo que no gusta mucho en San Antonio Abad. El Gran Poder salió en su paso restaurado, que fue cosechando elogios en todo el recorrido tras el trabajo realizado por el Instituto Andaluz del Patrimonio. El Calvario celebró con una magnífica estación de penitencia los 400 años del Crucificado. Las tres hermandades se recogieron a la hora fijada en sus templos.

La Esperanza de Triana

Vídeo: Ainhoa Ulla

 

Cuando ya las tres hermandades de capa regresaban, las predicciones anunciaron lluvia en torno a las 12:00. Las tres hermandades acortaron el recorrido. La Macarena desechó la vuelta por Relator y Parras y enfiló Feria hasta la Resolana. La Esperanza de Triana tomó Pureza al dejar el puente. Los Gitanos, cuya Dolorosa cumplía 75 años, no pudo pasar por los Terceros, Sol y San Román. Accedió directamente al santuario por el Salvador, Cuna y Laraña.

Ya cerca de sus templos, los palios de las cofradías se gustaron. La primera en recogerse fue la Esperanza de Triana, minutos después de las 12:30. Una hora más tarde, lo hacían la Macarena y las Angustias. Entonces, comenzó a llover. Paréntesis de Madrugada.

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