Cofradias

La lluvia no apareció y las vísperas recorrieron sus barrios entre el fervor

  • La hermandades pudieron más que los partes y vencieron a la incertidumbre El Cristo de la Corona salió por primera vez por la Puerta de los Palos

Parecía que sería una tarde metida en nervios. De continuas miradas a las páginas web que informan del tiempo. De llamadas. De idas y venidas. De retrasos. Muy parecida a la del año pasado  cuando la lluvia rompió el Viernes de Dolores y dejó a varias hermandades en sus templos y a otras regresando apresuradamente tras haberse mojado minutos después de salir a la calle. Parecía que sería un ensayo de lo que vamos a vivir durante la Semana Santa, al menos en las primeras jornadas, como auguran los meteorólogos que, afortunadamente también se equivocan, aunque sean las menos.

 

La incertidumbre con la que estaban abocadas a entenderse las hermandades del Viernes de Dolores, finalmente se disipó, como esa tormenta que sí descargó con fuerza en la ciudad por la mañana y a primera hora de la tarde. Los partes de la mañana anunciaban una mejoría por la tarde que muchos no terminaban de creerse, sobre todo por ese viento frío y desagradable que, desgraciadamente, acude cada año por estas fechas a la cita con las procesiones. Las seis hermandades y la asociación de fieles del Polígono Sur pudieron recorrer sus barrios sin problemas, con gran lucimiento y entre el fervor de sus vecinos y de los muchos sevillanos que desde otros lugares acuden cada año a verlos. Que ya lo dijo el pregonero el pasado domingo: "Las Vísperas también son Sevilla". Pues eso. 

 

Un sol tremendo que picaba bien, aguardaba la salida de la Hermandad de la Misión desde la parroquia del Claret. Esta hermandad es como la Borriquita de las Vísperas. Lleva un amplísimo cortejo de niños, tanto de nazarenos o monaguillos, como por fuera disfrutando de la cofradía. A falta de radio y huérfanos de pinganillo Twitter se ha revelado como la herramienta perfecta para ver qué es lo que está pasando en las diversas hermandades que tienen programada su salida. Llegan noticias de Palmete: la hermandad de Padre Pío retrasa su salida y acortará su llegada al Cerro del Águila, en cuya parroquia hacen cada año estación de penitencia. "Se están repartiendo los cirios", anuncia una nazarena desde la puerta del colegio a unas amigas que esperan fuera. El anuncio es muy bien acogido por todas las personas que allí esperan. Se abren las puertas de la parroquia del Claret y el elegantísimo cortejo de nazarenos blancos y azules sale presuroso. "¿Por qué van descalzos?, pregunta un chaval con un acento que delata que es la primera vez que ve un nazareno. La respuesta que le ofrece su acompañante no sacia la curiosidad del joven: "Porque se arrepienten de lo que han hecho".

 

Sigue siendo un lujo escuchar, entre tanta mediocridad, a la banda de las Cigarreras. Y un deleite para el oído esas marchas clásicas que son banda sonora de la Semana Santa y no esas composiciones entre apocalípticas, melodramáticas y peliculeras que están de moda. Los hombres de Santiago, buena corría tiene por delante, avanzan con paso firme y decidido. En la residencia de mayores Heliópolis, antes de que el paso se adentre en las calles jalonadas de naranjos y azahar, se viven momentos muy bonitos: saetas, mantillas y señoras que se asuman a los balcones para rezar al Señor que pasa ante ellas.

 

En Pino Montano se sacaron la espina del año pasado, cuando tuvieron que regresar apresuradamente a la parroquia de San Isidro Labrador al arreciarles la lluvia. Aunque se estrenó el pasado año, el sol bautizó con fuerza la puerta que da mucha más dignidad a la salida de la hermandad. Llamó mucho la atención la túnica que estrenaba el Señor. Algunos decían que era morada, otros lila, otros rosa. En Bellavista también disfrutaron de la que puede ser la última salida de la Virgen del Dulce Nombre antes de ser coronada canónicamente, como ha solicitado ya la hermandad. Las dos hermandades de ruán de la jornada, que no salieron el año pasado, sí pudieron completar sus estaciones de penitencia. El Cristo de la Corona ha tenido el honor de inaugurar este año la Puerta de los Palos, por donde ha tenido que salir debido a las obras de la Puerta del Perdón. Pasión y Muerte, ruán negro trianero, cuajó una sobria y elegante estación a la catedral de Santa Ana.

 

Pero, además de procesiones, son muchos los actos que se celebran durante este día. Desde la bellísima función del Valle al traslado de la Quinta Angustia, la bajada del Señor o los besamanos, como el de la Soledad en la capilla Sacramental de San Lorenzo, que se suceden. Por la mañana, el Consejo y el Ayuntamiento realizaron la tradicional visita a los palcos. Dos son las novedades este año. Las 7.000 sillas de estreno, de Quidiello, de tijera y con el respaldo vertical, algo que ofrecerá mayor comodidad a los abonados y permitirá que se ganen 20 centímetros; y los nuevos accesos y rampas, en lugar de escalones, para las personas con movilidad reducida.

 

 

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