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Los garbanzos son un alimento que debe tener peso en nuestra dieta, pues presenta varios beneficios. Nos aporta proteína vegetal de buena calidad, además de fibra y minerales como el calcio, el magnesio, el fósforo o el potasio.
Asimismo, presentan un rico sabor, que disfrutaremos de diferentes maneras, pues la versatilidad es otro de los puntos a favor del alimento. Con los garbanzos podemos preparar un potaje o un cocido, aunque si los tostamos conseguiremos un snack perfecto para picar entre horas. Por otro lado, es un ingrediente que encaja perfectamente en muchos tipos de ensalada.
Cocinarlos es muy sencillo, pues tan solo tendremos que verterlos a una olla que, tras añadirle agua, hayamos colocado en la vitrocerámica. Aunque conviene conocer cuáles son las dos claves que sigue Karlos Arguiñano cuando utiliza este alimento en una de sus recetas. Estas las explicó en su programa 'Cocina Abierta', que se emite en Antena 3.
En dicho programa, Arguiñano se disponía a cocinar unos garbanzos, cuando explicó que "no todos cuecen en el mismo tiempo, pero a remojo hay que ponerlos siempre", dando así una de las claves que debemos seguir cuando vayamos a preparar una receta en la que este alimento sea el protagonista.
Y es que los garbanzos necesitan estar a remojo un mínimo de 8 horas, por lo que lo ideal es dejarlos en una recipiente con agua antes de acostarnos, el día previo a cocinarlos. Con este gesto se reducirá el tiempo de cocción que necesitará; además, mejorará su digestión.
La otra clave que sigue Karlos Arguiñano hace referencia al momento exacto en el que debemos añadir nuestros garbanzos a la olla que colocamos previamente en la vitrocerámica. Tendremos que hacerlo cuando el agua esté hirviendo.
Además de estos dos aspectos, fundamentales cuando cocinamos este alimento, existen otros trucos que también podemos seguir para que nuestros garbanzos sean más apetecibles. Uno que también utiliza el cocinero, como puede leerse en El Español, consiste en añadir una cucharada de cúrcuma al agua de la cocción, con lo que conseguiremos que estos presenten un color anaranjado.
A la olla igualmente podemos agregar una pizca de bicarbonato de sodio pues, como indican en el citado medio, ayudará a ablandar la piel de los garbanzos. La proporción adecuada es un gramo por cada medio kilo del alimento.
En el mismo diario también apuntan que, si mientras estamos cocinado este alimento, nos empezamos a quedar sin agua en la olla, la que vertamos debe estar hirviendo, pues así la cocción no se interrumpirá. Si la que agregamos está fría, los garbanzos se 'asustarán, se "encallarán" y será muy complicado ablandarlos.
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