Gerard Piqué no puede irse de la selección sin cumplir 100 partidos. Vicente del Bosque, tras el Mundial de Sudáfrica, convenció a Puyol de estirar su trayectoria algo más en la selección con un argumento determinante: "Un futbolista como tú no se puede ir de la selección sin 100 partidos absolutos". Aceptó Puyol y en su historial aparece el centenario.

Franz Beckenbauer, el gran referente del fútbol mundial que ha jugado en la misma posición que Piqué, se fue de Alemania como capitán, con 103 partidos. Los grandes futbolistas siempre han dado crédito a este tipo de números. Afortunadamente, ahora España juega más partidos que nunca. En parte porque hay más duelos en los grupos de clasificación, pero principalmente porque ahora está siempre en Eurocopas y Mundiales. Hubo un tiempo donde el récord de Iríbar estuvo mucho tiempo en vigor. Eran sólo 49 partidos. Ahora es normal ver a varios futbolistas superar los cien encuentros: Iker, Xavi, Sergio Ramos, Iniesta, Xabi Alonso...

Y ahí en ese cuadro de honor debe estar Piqué, que hasta la fecha ha jugado 85 partidos (63 ganados, 8 empatados y 14 perdidos). El central está en su derecho de elegir el momento de su marcha. Sabe que el ruido de los que gritan es superior a la mayoría silenciosa que en España le respeta y admira. Pero de estar al final del Mundial de Rusia en su estado de forma actual, y sobre todo si no ha cumplido 100 partidos, Piqué debe prolongar su estancia en su casa, en la selección que le ha visto ganar una Eurocopa y un Mundial. Los mismos dos grandes títulos, por cierto, que ganó Beckenbauer.