Fiasco importante salir del Mundial a pies de Marruecos, pero es que el primer tiro a puerta de España llegó cuando iban dos horas de juego. En ese último minuto de la prórroga, el tiro de Sarabia iba a la madera para que luego se fiase todo a esa ruleta de los penaltis. Y como durante el juego, pólvora mojada de España para batir la marca de no acertar en ninguno de sus lanzamientos frente al tino de Bono, que se las avió para echarnos del Mundial.

Sale Marruecos a toque de cornetín y eso se traduce en que no vale hacer prisioneros, tal como se demuestra en el recado que le suelta Ziyech a Jordi Alba no más sacarse de centro. La declaración de intenciones alauita está clara. Es una pelea a cara de perro donde se pretende que los nuestros ni siquiera sueñen con darse la vuelta y encarar. Se vende muy caro cada duelo y el partido se desarrolla mayormente en terreno marroquí, pero sin que Bono pase por un solo apuro.

Saltan chispas en cada duelo y en este universo es Gavi el que predica con el ejemplo para usar la misma medicina que el rival. Falta superar líneas y por parte marroquí ya ha enseñado la patita Boufal, al que Llorente no acaba de tomarle la medida. El juego será un más de lo mismo, sin que haya variaciones. España toca y toca ante un rival atrincherado y enardecido que no da una sola opción. Es más, resulta que lo poco que puede acabar en gol lo protagoniza Cheddira.

Esta vez no hemos llegado ni siquiera a cuartos, aquel techo de cuando aún no habían llegado los éxitos. La andadura del equipo español ha ido alarmantemente de más a menos en este campeonato. Recital con Costa Rica, empate rácano con Alemania y petardazo con Japón para caer en los penaltis. Y en este partido, Marruecos mereció pasar, Bono es un parapenaltis consumado y a casita antes de lo deseable. Contentos por eludir a Brasil nos ha echado Marruecos.