Desde mi córner

El Boxing Day nos ha dado menos envidia

  • El Mundial hizo más llevadero el síndrome de abstinencia que paliaba la Premier

Zafarrancho de partidos en ese Boxing Day que tanto envidiábamos Navidad tras Navidad. Después de esa china en el zapato que fue el Mundial de Qatar, volvía el fútbol que añoraba el aficionado en la fórmula más seguida, la de la competición doméstica. Y como en cada Navidad eran los inventores los que calmaban el síndrome de abstinencia con ese día del regalo que consistía en celebrar Premier League en plena Navidad.

Un chaparrón de partidos en el día después de la Navidad que tiene como objetivo principal que los niños puedan asistir a los estadios gracias a sus vacaciones. Y en este curso, con el calendario más constreñido aún por culpa de ese inoportuno Mundial, el síndrome vacacional lo llevamos mejor, que ya hasta tendremos fútbol en el paso de un año a otro. Y como más cercano, ese Betis-Athletic Club de pasado mañana en Heliópolis que se fía como altamente competido.

Colisión entre dos rivales directos con la desventaja local de no contar con sus argentinos. Es un hándicap gratuito, ya que bien podrían esos futbolistas hacer un esfuerzo para estar a punto y ayudar a la causa que les da de comer. El sevillista Acuña, tan en tela de juicio durante las vísperas mundialistas, ha dado un paso decisivo para hacerse perdonar. Acortó las vacaciones y los festejos por el título conseguido y llegó a tiempo de estar el viernes en Balaídos.

Un futbolista tan cuestionado por el sevillismo, le ha dado la vuelta a la situación poniéndose a disposición de Sampaoli antes de lo previsto. Un quite del perdón que sin duda será reconocido por el sevillismo de la forma más conveniente. Y la vida se normaliza con ese pistoletazo de salida que cada Navidad es el Boxing Day y que ayer nos llenó la tarde con el fútbol más apasionante, ese del todos contra todos que, afortunadamente, este año llega antes en nuestro país.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios