óscar quintana, entrenador del betis energía plus

"Esta plantilla no es defensiva, nunca tuvo esa responsabilidad"

  • El técnico bético aprovecha el parón liguero para analizar el estado del equipo y la evolución desde su llegada, hace un mes

  • "Si en la pista no trasladamos lo que hacemos en los entrenamientos, no sirve de nada", dice

Óscar Quintana.

Óscar Quintana. / José Ángel García

-Nueve partidos perdidos y tres son bajo su responsabilidad. ¿Siente una espada de Damocles sobre su cabeza?

-No. Para nada.

-Usted llega con seis derrotas. ¿Qué objetivos le marca el club?

-Ganar, salir de la zona de abajo y consolidar al equipo en una zona sin apuros. A partir de ahí, ser ambiciosos.

-¿Cómo ha encontrado el club?

-Como si no hubiera habido un parón en verano. Se vivió el drama del descenso y apenas se disfrutó el ascenso, pues había que volver a hacer un equipo. Luego no se ha arrancado bien y se juntan las derrotas de la pasada temporada y las de ésta. Y hay un bucle derivado de tanta derrota y frustración.

-¿Y cómo estaba el equipo?

-Afectado aunque no llevemos ni un cuarto de competición. Parece como si los jugadores fueran también los de la temporada pasada, cuando sólo está Alfonso Sánchez. Deberíamos ser más pacientes ante los reveses. Hay que ganar para romper cuanto antes este círculo vicioso.

-En estas situaciones, lo mejor es depender de la defensa.

-Es en la faceta que puede mejorarse a corto plazo. En ataque puede suceder como el día de Andorra, en el que tuvimos tiros fáciles debajo del aro y fallamos. Eso es por la ansiedad. Si estás activo en defensa, si estás intenso, si automatizas lo que hay que hacer, siempre hay buenos días.

-Tampoco se ha caracterizado usted nunca por ser un entrenador defensivo.

-No, no soy un entrenador catenaccio, de los de retener el ritmo del partido o de optar por bajas anotaciones. Así se igualan los talentos. A mí, siempre que he podido, me ha gustado que mis equipos sean alegres, atrevidos pero con un rigor defensivo. Ésa es la prioridad ahora. Es el encofrado para construir la casa.

-Se dice que la defensa es actitud, ¿la tiene la plantilla?

-El perfil de muchos jugadores, por historial, es más atacante que defensor. Nunca han tenido esa responsabilidad tan concreta. Y la ACB es muy exigente. Cuando se llega de nuevo, no se es consciente de la minuciosidad con la que se prepara cada partido tácticamente y cómo exprime el rival, sacando tus defectos a pasear.

-¿Han faltado más gritos en el vestuario?

-En los vestuarios profesionales lo que falta es comunicación. Ahora se habla menos que antes, no sólo en este equipo. Se dicen menos cosas a la cara y estamos mimetizados por las redes sociales. Nos rodeamos de entornos favorables, de gente que actúa o que piensa como nosotros y que refuerza lo que pensamos. Con tanto mundo digital, creo que se produce una relación menor con los diferentes, con quienes nos rodean. En el vestuario cada uno vive la situación más como individuo que como grupo.

-¿La plantilla está equilibrada?

-Tenemos que equilibrarla y la llegada de Draper va por ahí, por darnos equilibrio en ataque y en defensa, que es lo que nos ha faltado en muchos partidos. Entramos en fases de querer atacar rápido para enjugar la diferencia en uno o dos minutos y ocurre todo lo contrario. Hay que ser capaz de sufrir cuando llegan los malos momentos. Trabajamos para tener más equilibrio y ser más sólidos.

-Ha mencionado a Draper. ¿Qué piensa una plantilla cuando llega un nuevo jugador en mitad de la temporada para arreglar la situación? ¿Hay recelos?

-Draper ha caído de pie en el vestuario. Tiene una buena relación personal con McGrath. Luego todo el mundo sabe quién es; pregunte donde se pregunte, nadie habla mal dentro y fuera de la cancha. Se toma una copa alguna vez, como todos nos las tomamos, pero siempre sabiendo cuándo se puede salir o no. Pero lo anterior es anecdótico. Es un jugador que conecta. Los primeros días ha estado más pendiente de los compañeros que de él mismo. Dónde puede jugar para complementarse, dónde puede ayudar más, cómo se la tiene que dar a ése o al otro...

-¿Y no había ya bastantes bases?

-Necesitábamos dar un vuelco y lo que ofrecía el mercado era un jugador con experiencia, con calidad, bueno en las dos partes de la pista. También que fuera un referente, que conociera la Liga y le explicara a tanta gente novata lo que significa cada partido y cada cancha.

-Sus detractores lo acusan de tener mala relación con los jugadores nacionales.

-Falso. Yo tengo la mala costumbre de poner a jugar a quien considero que tiene más talento, quien más en forma esté y quien más aporte al equipo. Y no miro las nacionalidades. El club me paga para poner a los jugadores que ganen. Me da igual que haya nacido en Filipinas o en Écija. Iván Cruz, por ejemplo, no estaba jugando y ahora tiene un rol más importante.

-Al revés que Franch, que no jugó un minuto ante el Madrid.

-Contra el Madrid llevamos a cuatro bases y las circunstancias del partido dictaron que jugaran sólo tres. Actuamos pensando en que hubiera sido un partido duro en el exterior y por eso pensamos en disponer de un fondo de armario que hubiera ayudado a sostener el ritmo en el exterior.

-Y decide no convocar a Saúl Blanco, que también es un jugador exterior.

-Fue una decisión táctica. Fue una decisión que tomamos el cuerpo técnico, se la comunicamos al director deportivo y tomamos la decisión pensando que era el jugador que menos había utilizado. Y que McGrath podía jugar también de dos y que podría darnos algo más en esa posición.

-Úriz sí que está jugando más.

-Cuando llegué era el tercer base, pero entrenando y jugando veo que tiene más sentido de equipo que sus dos compañeros. Está dando un paso al frente con respecto a lo que necesitamos de su puesto. Está afrontando esas situaciones como un reto y dando soluciones al grupo.

-¿No corre el riesgo de perder el crédito de la plantilla con esas decisiones?

-Lo importante es que los jugadores sean conscientes de cuál es tu método, tu coherencia, lo que dices y haces. En el fondo, si un jugador no juega sabe por qué. Otra cosa es que algunos piensen que si hubiera salido un jugador lo habría hecho muy bien. O si hubiera salido antes. A veces las críticas están predeterminadas.

-¿Ha percibido evolución en la plantilla desde su llegada?

-Sí, pero no lo trasladamos a la pista. Por tanto, no vale. Pero sí, está siendo cada vez más constante en el trabajo. Estamos creando automatismos que ayudan a ejecutar sin pensar y ser más eficaces a la hora de desgastar al rival. Todo eso está muy bien, pero entrenamos para competir y para ganar. Y eso aún no está sucediendo. Da igual que yo diga que evoluciona si no está viéndose en la pista. Una cuestión de fe.

-¿Además de Draper, cree que va a necesitar más comodines en las próximas semanas?

-Creo que el club está trabajando bien. Me gusta hablar de cosas que han pasado, no de las que puedan pasar. No se puede minusvalorar lo que se tiene. Hay que seguir trabajando. Tenemos varios días para preparar bien el partido de Tenerife, con ganas de mejorar y lograr salir de aquí.

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