El FP Pro Voléy Cajasol trabaja a pleno rendimiento en lo que será un muy ambicioso proyecto deportivo cara a la temporada 2023-24, probablemente el curso más exigente de la historia del conjunto de Dos Hermanas, que competirá un año más en la máxima categoría del voleibol nacional (ya van siete consecutivos) y participará por primera vez en su historia en la CEV Challenge CUP. Además, el club está en conversaciones con las instituciones locales y regionales y con la Real Federación Española de Voleibol para ser el organizador de la edición 2024 de la Fase Final de la Copa de la Reina, lo que daría derecho a su participación.

En lo que respecta a la Liga Iberdrola, en la que ya el año pasado dio un paso importante llegando a las semifinales de los play off y de la Copa, desde la dirección técnica se afirma que este año volverá a subir el nivel con el crecimiento del potencial de los conjuntos participantes, la mayoría con importantes presupuestos y un incremento del número de deportistas internacionales, especialmente destacable son los conjuntos insulares (seis) que actualmente son los grandes dominadores de este deporte a nivel nacional, merced a las importantes ayudas institucionales de las que son receptores.

El equipo sevillano tendrá muchas caras nuevas y está obligado a dar unpaso al frente apara asentar las bases de un proyecto que le permita al menos salvar la categoría con pocos apuros y a partir de ahí competir con cualquiera de los equipos de la liga, especialmente en casa.

Respecto a la competición europea, serán cuatro los equipos de la competición que representarán a España: Haris, Menorca y JAV Olímpico Gran Canaria, a estos se unirá por primera vez el FP Pro Voley Cajasol, como representante andaluz (hace casi 20 años ningún conjunto andaluz participaba en Europa).

El cuadro nazareno se las verá en los próximos 1/32 de final del evento europeo contra el Fatum Nyíregyháza de Hungría; primero, a mediados de octubre, en Dos Hermanas y la vuelta, la semana siguiente, en Hungría. El apoyo de las instituciones y las empresas privadas serán claves para dar ese salto de calidad que la competición exige.