El defensa Cala ha pedido "perdón" a la afición sevillista en nombre de la plantilla y ha asegurado que la próxima temporada "seguro" que cumplirán "los objetivos", que es clasificar al equipo para un torneo europeo, lo que no han conseguido en ésta por primera vez tras ocho campañas. "No hay que ponerle paños calientes, el año ha sido muy malo. Ninguno de los que formamos este club creíamos que íbamos a acabar en esta posición. Cuando las cosas iban bien, había que evitar elogios, ahora hay que seguir trabajando para que vuelva el Sevilla fuerte", ha comentado el canterano en una comparecencia ante los periodistas tras el primer entrenamiento de la semana para preparar el partido del próximo domingo en el campo del Espanyol.

Cala, que se reconoció "sevillista desde chico", ha argumentado que "la afición es soberana, una de las mejores de España, y que muestren su descontento es normal". El sevillano, cedido en el AEK de Atenas y repescado a mediados de temporada, ha apuntado que desconoce "la clave" del fracaso sevillista porque si la supiese la hubiera planteado "no ahora si no hace unos meses". "En mi nómina pone jugador y a eso me dedico, a dar el cien por cien en cada partido. Hay personas dedicadas a tomar esas decisiones", ha señalado en alusión a la planificación de la venidera campaña.

Cuestionado por la continuidad del actual entrenador, Míchel, tampoco se ha querido pronunciar porque ha considerado que no debe meterse "en ese jardín". "El que elija el club será bien recibido para mí. Mi forma de trabajar no cambia, sea quien sea trabajaré para jugar. No debo meterme en eso, ni me voy a meter", ha insistido.

El defensa de la localidad sevillana de Lebrija, sobre su rendimiento personal, ha subrayado que cuando llegó no tuvo "la continuidad que le hace falta a cada futbolista", pero que ahora se encuentra "con más confianza".