Hasta el carrusel de cambios el Sevilla era incapaz de superar a un rival que peleará por no descender hasta la última jornada. Los de Emery, a pesar de toda la calidad que había sobre el verde tapete, no creaba peligro. El ex portero rojiblanco, Javi Varas, se encontraba muy cómodo y en el ambiente se notaba el nerviosismo, ya que Las Palmas llegaba al área de Rico e incluso mandó un balón al larguero.

El Sevilla tiene dos caras. La de las primeras mitades es sosa, sin argumentos y regalando al rival opciones de que se crea que puede sacar algo más que un punto en Nervión. En la segunda mitad la cosa cambia. Sale la apisonadora que consigue cosas como las de hoy: ganar por dos goles y salir del campo con la sensación de que fue fácil. Pero nada más lejos de la realidad.

Fue fácil porque Emery dio entrada al campo a Vitolo y a Krohn-Dehli, que hicieron lo que Reyes y Konoplyanka fueron incapaces de hacer durante los primeros cuarenta y cinco minutos. El primer gol, en el que en dos losetas de terreno son capaces de pasarse el balón varias veces entre el canario, el danés y Banega, demuestran que tienen una calidad tremenda y que son capaces de desatascar partidos que tienen muy mala pinta.

Vitolo le dio al Sevilla la pausa, pero a la vez la potencia en sus arrancadas que necesitaba su equipo en algunos compases del partido y el Krohn-Dehli le dio un apoyo a Banega, que salvo el gol, estuvo muy desacertado intentado controlar en exceso el esférico. Los dos jugadores cambiaron el discurrir del partido y fueron protagonistas en los dos goles. Además de la misma forma: Krohn-Dehli a Vitolo y el canario se la pasa al goleador, en el primer caso a Banega y en el segundo a Gameiro.

Lo bueno de este Sevilla es la inercia ganadora que ha cogido. Con Emery casi siempre ocurre lo mismo: al principio está al borde de la destitución, luego gana un par de partidos y tiene un pequeño margen de confianza, luego empieza a ganar partidos y te mete en una final y después, termina ganándola. El guión de las dos últimas temporadas ha sido así. Esta temporada se ha iniciado igual, lo importante es que el final no sea alternativo y ocurra a lo que nos tiene acostumbrados el vasco.