Caner, Nielsen, ¿Rubio?

Estaba todo pactado entre el Unicaja, el CAI y Guille Rubio para la marcha del interior catalán, con el que no contaban en Málaga y al que le quedaba un año de contrato, a Zaragoza cuando ayer se paró la operación al entrar en juego el Cajasol. Los sevillanos se enteraron por la mañana de la decisión de Matt Nielsen, tras negociar varias semanas con su agente, de firmar por el Khimki ruso para las dos próximas temporadas y raudo y veloz se dirigió al club de Los Guindos para frenar el viaje a Aragón de Rubio y para comunicar a los costasoleños que en San Pablo se harían cargo de la ficha completa del jugador.

Echaban humo ayer los cajistas en el twitter al enterarse de una noticia aún no confirmada por el Cajasol de forma oficial. La indignación venía por la ayuda de los sevillanos al club rival para solventar el problema de qué hacer con Guille Rubio y, además, los aficionados se habían ilusionado con los nombres de ala-pívots que se habían vinculado a la entidad hispalense. Primero fue Nik Caner-Medley, que salió por la puerta de atrás en su día por razones ajenas a su rendimiento deportivo, pero el Valencia Básket puso más dinero encima de la mesa y convenció al estadounidense. Era el preferido de Joan Plaza.

El club se sacó de la chistera a Matt Nielsen, el veterano cuatro que cambió Valencia por El Pireo, donde no iba a seguir a pesar de tener otro año más de contrato. Al técnico cajista no le hacía tanta gracia esta variante. Después de varias semanas de tira y afloja con el agente del australiano, éste se decidió por los rublos rusos y dos campañas garantizadas.

Al parecer, la tercera alternativa le tocaba de nuevo a Plaza, que ya había comunicado a la dirección deportiva que no quería a ninguno de los ala-pívots europeos que le ofrecía el club. Su siguiente jugador en la lista era Guille Rubio, con el que se cubre la cuarta ficha de jugador de formación. La decisión ha extrañado sobremanera a tenor de los jugadores que habían sonado para venir. El catalán lleva dos años muy discretos en el Unicaja, aunque en Manresa lo hiciera de forma notable. Y también genera ciertas dudas en la hinchada la pareja de cuatros, formada por Guille Rubio (un pívot con físico de ala-pívot) y Luka Bogdanovic (un alero alto que puede jugar también dentro), después del decepcionante dúo compuesto por Kaloyan Ivanov y Mindaugas Katelynas en dicho puesto.

Las conocidas discrepancias del técnico con los directores general y deportivo han vivido un nuevo capítulo con esta incorporación, con la firma sin duda de Plaza más que de Chaves y Llaneza. No obstante, ya se manejaban alternativas ante el posible rechazo de Nielsen, como es el caso del fichaje de Rubio. En esta operación, dado el ahorro de dinero al no firmar al australiano, el planteamiento es realizar una potente inversión para los dos puestos que quedan por cubrir, especialmente para el extraeuropeo que aún debe fichar el Cajasol, posiblemente un escolta.

Vuelven a la palestra jugadores como English, por el que ya peleó hace un año el club, u Oleson, aunque en este caso no ocuparía plaza de extracomunitario, pues es una de las excepciones contempladas en la nueva normativa como jugador de cantera. Es muy posible que la entidad sevillana haga oficial el fichaje de Rubio con otro más para minimizar el impacto inicial que ha tenido en la afición. Quizás la vuelta de Kirksay, un ídolo para los abonados, también sea más valorada por el club, aunque parece que no.