El técnico del Sevilla, Unai Emery, lamentó que a su equipo se le escapara la victoria en el Benito Villamarín cuando ganaba 0-3 a la media hora de juego y aseguró que en parte se siente responsable de la remontada por no poder haber ayudado a Gary Medel a "controlarse" antes de que viera la tarjeta roja en una tangana.

El entrenador sevillista dijo que las circunstancias del partido no fueron normales, pero invitó a quedarse con lo positivo y a seguir trabajando. "En una situación normal, el partido hubiera sido nuestro. Pero hay que quedarse sobre todo con el gran esfuerzo que hemos hecho a raíz de la expulsión de Medel. Tengo que felicitar al equipo y a la afición que se ha desplazado hasta aquí. Esas cosas negativas que deja el encuentro son las que tenemos que trabajar y lo haremos", apuntó.

Sobre las aspiraciones europeas del equipo, Emery cree que siguen intactas, más aún después de la primera mitad que el Sevilla hizo en el Benito Villamarín. "Estamos ahí. Sé que estamos ahí porque el equipo está bien. Con fuerza y energía. Quiere y puede. Las posibilidades permanecen. El ganar hoy o no ganar está claro que las cambia algo. Teníamos la victoria cerca y muy accesible. Pero más allá de que podamos o no llegar a Europa, lo que hay que hacer es poner bases al equipo", señaló el preparador, que cree que a los suyos les falló la parte emocional: "los aspectos que tenemos que dominar de un partido van desde el juego a lo emocional. Este, como ya dije con el del Atlético de Madrid, es un día que nos tiene que servir de mucho. Por eso me siento responsable. Por no anticipar lo que podía pasar. Porque lo teníamos. Creo que el equipo ha hecho un gran partido que nos deja sin dos puntos pero nos permite avanzar".

El técnico también quiso dejar claro que con sus reflexiones sobre la incidencia de lo emocional en el derbi no quería culpar de la remontada bética a Medel, que fue expulsado con 2-3 tras una acción con Cañas cuando tenía una tarjeta amarilla, ni dejar entrever que no cuenta con una plantilla suficiente. "No estoy insinuando que tenía que haber cambiado a Gary. Sí que tenemos que corregir cosas para que se domine en este tipo de situaciones. El objetivo es que tenga autocontrol. Que una frustración no lo lleve a hacer lo que ha hecho. Es joven y está dando pasos. Es tarea de los que estamos a su alrededor ayudarlo. Es verdad que Negredo estaba pidiendo el cambio desde mediados de la segunda mitad por unas molestias, pero podía seguir y decidir. Todo esto tiene que reforzar al equipo. Unos lunares no deslucen a un cuerpo bonito", concluyó.