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España acepta la necesidad de hacer una autocrítica

  • La selección pone el foco en mejorar los registros defensivos tras los errores ante portugueses y checos

Luis Enrique gesticula durante el partido ante la República Checa.

Luis Enrique gesticula durante el partido ante la República Checa. / EFE

Los internacionales españoles que están disputando la tercera edición de la Liga de Naciones de fútbol y el seleccionador, Luis Enrique Martínez, realizaron un ejercicio de autocrítica tras los empates ante Portugal y República Checa, poniendo el foco en la falta de actitud que provocó errores defensivos que costaron goles.

Como es habitual, Luis Enrique asumió responsabilidades y libró de culpa a sus jugadores, a los que ha dado un día libre para que desconecten. No quiere que se juzgue el error de manera individual, tras dos goles de la República Checa con graves fallos defensivos que provocarán un análisis colectivo del seleccionador con el grupo. Su objetivo es que nadie quede señalado.

Pero los internacionales no escurrieron el bulto tras salvar un punto en Praga en el último minuto. "Cuando las cosas no salen, no te vas contento. El equipo no ha estado a la altura del partido", aseguró con crudeza Íñigo Martínez, el autor del tanto que evitó la derrota.

España entró mal al partido, como demostró una acción que no se cansó de repetir Luis Enrique. "Antes del primer minuto ya nos habían generado un córner". El primer tanto llegó a los cuatro minutos y, como admitió el capitán en Praga, Koke Resurrección, los jugadores no cumplieron con lo planificado por el cuerpo técnico.

"Teníamos que entrar fuertes pero en los primeros minutos te hacen un gol que te lo pone todo cuesta arriba. Nos está faltando rapidez en la circulación de balón. Tenemos que ver lo que no hemos hecho bien para mejorar en el siguiente partido", apuntó Koke.

España estuvo a un paso de verse sin opciones de repetir presencia en la final a cuatro de la Liga de Naciones. Un segundo triunfo de la República Checa y la victoria de Portugal ante Suiza, habría complicado aún más la situación de un grupo en el que ya tiene la obligación de volver a ganar.

Tendrá cuatro días hasta el siguiente encuentro, sin regresar a la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. De Praga a Ginebra directamente. Tiempo para hacer autocrítica colectiva, primero; y, posteriormente, centrarse en derrotar a Suiza en su casa antes de acabar el domingo en Málaga.

"Cuando hay que hacer autocrítica se hace, es nuestro trabajo. Perdimos duelos, estuvimos blandos, el equipo no entró al partido como debía. Podíamos haber dado un poco más", admitió Íñigo Martínez hablando con claridad de un momento complejo para jugar, el final de temporada tras una gran carga de partidos.

Luis Enrique ya trabaja en el siguiente partido tras un análisis más profundo en la noche de un partido en el que su equipo estuvo alejado de la imagen que desea. "Sé a lo que juego, sé donde estoy, es un cargo de responsabilidad y la acepto. Hay cosas a mejorar", reconoció preparado para la crítica.

Ayer no hubo entrenamiento de los internacionales en Praga. Estiraron en el hotel de concentración, se pusieron en manos de los fisioterapeutas y tuvieron permiso para comer fuera. Ya por la tarde volaron a Ginebra tras unas horas de desconexión para recargar pilas y centrarse en mejorar en los dos últimos partidos del curso.

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