Guillén marca la hoja de ruta
"Hay unos principios básicos que no se pueden romper y lo firmado ha de ser respetado", asegura el presidente "Pozuelo es como el hijo que te sale rebelde", afirma.
La postura del Betis en el caso Pozuelo es inamovible, por más que en público se pretenda evitar el enfrentamiento con el trianero. Ayer, el presidente, Miguel Guillén, marcó la hoja de ruta del club en asuntos como éste, aunque también aseguró que todavía confía en llegar a un acuerdo con Pozuelo y sus agentes.
"Para el club no es agradable. Pozuelo es como el niño que te sale rebelde. Veníamos hablando de esa cláusula que, desgraciadamente, unos interpretamos de una manera y otros, de otra. No es la situación que hubiéramos deseado. Nos limitamos a seguir los pasos que va marcando el jugador y su agente. Hay unos principios básicos que no podemos romper y todo contrato que se firme ha de ser respetado. Hay fundamentos jurídicos para entender que esa cláusula que se firmó es perfectamente válida y que fue aceptada por el jugador y su agente, además recientemente", señaló el presidente, que también dejó claro el sentir del club en este tipo de asuntos: "No vamos a firmar jugadores que en principio no quieren cumplir lo que está firmado. Un contrato se firma porque se está de acuerdo y no se hace porque alguien presione. En su día se estaba de acuerdo y hoy no. Hay un cambio de opinión respecto de lo firmado por el futbolista y su agente. Cuando uno no quiere firmar contratos y vincularse de forma definitiva, tiene otras muchas salidas. Las renovaciones que sí se han firmado, como Vadillo, Vilarchao o Nono, conllevan una mejora económica. Parece que ahora los agentes del jugador no la ven suficiente".
Guillén también expresó su enfado con la empresa de representación de Pozuelo -Promoesport-, aunque lanzó el guante para intentar reconducir la situación. "El fútbol es como es y hay muchas partes que tienen mucho que decir de los jugadores. Nosotros nos limitamos a cumplir nuestros contratos. Tengo esperanza en que tenga solución, tenemos margen de maniobra. No tenemos un enfado especial en el sentido de que esta situación nos vaya a llevar a tomar decisiones que no hubiéramos tomado en otro sentido. En el Betis y en cualquier otra empresa nos gusta que nuestros colaboradores ayuden a facilitar las cosas más que a entorpecerlas. Respetamos la decisión de cada uno y no pretendemos imponer nada a nadie", manifestó el máximo dirigente bético, que dejó claro que el club no tomará medida alguna en otra área distinta a la jurídica: "No vamos a imponer un castigo deportivo, es un área cubierta perfectamente por profesionales que decidirán lo mejor para el equipo. Vamos a defender nuestra postura, que es jurídicamente válida y ojalá seamos capaces de conseguir un acuerdo. No queremos interferir en lo que mejor le venga al equipo".
Eso sí, Guillén manifestó su contrariedad por lo que supone para el proyecto de cantera de la entidad. "Tenemos todas nuestras esperanzas puestas en Heliópolis. Esto no nos beneficia. Seguiremos en la línea de respetar los contratos que firmamos y de primar al que quiere estar en el Betis. Estamos convencidos de que si algún jugador no quiere estar en este club, no debe estar", comentó el presidente, que apuntó que no tiene ofertas encima de la mesa por Pozuelo: "No hemos recibido ofertas por él. Sé que ha habido intereses en épocas anteriores cuando el mercado estaba abierto, pero ninguna propuesta en ciernes".
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