Iriney: "El equipo no está muerto y cree en el entrenador"
El brasileño admite el mal momento del equipo pero confía en el trabajo como vía para acabar con la crisis.
Durante muchas jornadas, Iriney se ha erigido como el líder del equipo dentro del campo y nadie mejor que él para analizar lo que ocurre en el interior de la caseta. El brasileño admite el mal momento, pero confía en el trabajo como vía para acabar con la crisis.
-¿Cómo se encuentra el ánimo del vestuario?
-El grupo está muy fastidiado con esta situación, porque cinco derrotas duelen mucho. Hay que tocar fondo, cada uno tiene que mirarse a sí mismo, a su trabajo y pensar que sólo el grupo puede levantar esto. Estamos con fuerza y lo queremos. Los equipos vienen a todo tren contra nosotros y si queremos sacar los partidos hacia delante, tenemos que darlo todo, jugar con mucha intensidad, agresividad y concentración. Hay que tener paciencia y tranquilidad y así como la racha ha cambiado ahora, creo que lo hará otra vez, porque vamos a poner de nuestra parte. El grupo tiene que ser fuerte y, hagamos lo que hagamos, tenemos que estar convencidos de que se saldrá.
-¿Tiene alguna fórmula para salir de esta crisis?
-Esto sólo se cambia con trabajo, aunque no quiere decir que no lo estemos haciendo. Estamos en un club grande y esto tiene que cambiar porque cada fin de semana tenemos que salir sabiendo que lo estamos dando todo. Así llegarán las victorias, la alegría y la vitamina de cada semana.
-Nadie encuentra motivos al bajón de juego y se habla del dinero, del estado físico... ¿Qué explicación le da usted?
-Es cuestión del fútbol y con el trabajo, con la ambición y con la fe tenemos que sacar esto adelante. Hablar de lo económico o de otras cosas son excusas para poner la venda en el ojo nuestro y en el de los aficionados. No existen excusas. Hay trabajo, fe y una causa común entre todos. Ahora debemos darnos la mano y seguir hacia delante entre todos.
-Hace una semana se produjo un almuerzo donde todos salieron reforzados, pero se pierde...
-No hay una magia o una varita que diga que si comemos juntos vamos a ganar. Simplemente estamos haciendo de todo para que las cosas salgan bien. El grupo está de pie, aunque si perder una vez duele, cinco seguidas, mucho más. Pero esto lo vamos a sacar porque primero, queremos; segundo, somos capaces; y tercero, tenemos un gran grupo.
-Pero se transmite la sensación de que se ha perdido la confianza. ¿Se nota así en el campo?
-El equipo no está muerto. Para nada, para nada. Confiamos en nuestro entrenador, en nosotros mismos y tenemos una gran plantilla. Lo demostramos antes, aunque ahora mismo no sirve para nada. Ahora lo que tenemos que hacer es poner los pies en el suelo, mirarnos cada uno y tomar la iniciativa. Tenemos que trabajar con fe, con alegría, cosa que no es fácil pero esto es fútbol. Hoy se está arriba, mañana abajo y al revés. Son dinámicas que se pueden cambiar, que cambiaremos seguro. Es el momento de que la afición y la plantilla, más que nunca darnos la mano, apoyarnos en cada momento y seguir hacia delante.
-¿Ése es mensaje para la grada?
-Hay que respetar a la afición y a la decisión que tomen, la que sea. Son sentimientos y sólo les digo que confíen en nosotros y nos apoye, lo demás corre de nuestra parte y lo vamos a poner.
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