Joaquín es punto y aparte

Su estadística en derbis es negativa, como la de la mayor parte de los futbolistas verdiblancos, pero Joaquín puede presumir de un dato que hoy cobra relevancia: el Betis no le gana al Sevilla en Heliópolis desde que él se marchase. Concretamente, la última victoria acaeció el 2 de abril de 2006. Tras el 1-0 (gol de Oliveira el curso anterior), el Betis ganó 2-1 (Robert, Saviola y Varela). Diez temporadas sin ganar ya y se le pregunta si es una espina clavada. "Espina clavada no, yo he ganado derbis en casa. Al ser el primero desde mi vuelta, lo afronto con la ilusión de ganar y dar una alegría a la afición y seguir en esos puestos que nos dan tranquilidad. Además, hay que ganar por el partido en sí, el más bonito del año", argumenta.

El portuense sigue sin entrenarse con el grupo, pero jugará. "Hoy he avanzado de las molestias, he salido a correr fuera, he tocado balón y he hecho algunas pruebas de esfuerzo. La intención es entrenarme mañana con mis compañeros si todo sigue así. En estos partidos se exige el máximo nivel y no se los quiere perder nadie", avisa.

Entre los doce derbis a cuestas y sus 34 años, Joaquín es todo un veterano. "Los que hemos vivido más debemos tener al resto enganchado. Aunque cada uno tiene su forma de prepararlo. Sabiendo que las ganas y la motivación son diferentes por hacer un partido extraordinario, todo lo demás se trabaja con normalidad, como otra semana", dice el portuense, que se niega a definir el partido como el más importante del curso: "Es importante, pero vamos a tener después muchos más para dar la talla. Éste es especial y diferente, nuestra afición lo espera durante todo el año. Salir victoriosos tiene que ser algo especial, se tiene que notar que jugamos en casa".

Cuando se le solicita un resultado, esquiva a medias la pregunta. "Lo que quiero es que mi equipo gane y la afición disfrute", se limita a decir antes de ser preguntado por el favoritismo del Sevilla: "En un derbi no hay favoritos. Aunque el Sevilla tenga otras aspiraciones, eso no tiene por qué notarse en el terreno de juego. Las expectativas son diferentes, pero este tipo de partidos son especiales, así que en motivación y muchas cosas más tenemos que salir al cien por cien".

"Yo espero el partido con especial motivación, intento disfrutar del momento y del día a día. Lo único que está en mi cabeza es hacer un gran partido, ganar y que la afición disfrute, que yo creo que se lo merece", añade Joaquín.

Sabida es su amistad con Reyes, por quien se le pregunta en el acto del Claret en el que coinciden. "Es de los que más veces me he enfrentado en un derbi. Tenemos una amistad extraordinaria. Dentro del campo la sangre se te pone a mil, pero los primeros que tienen que verse reflejados en nuestra deportividad son los niños. A partir de ahí, cada uno va a tirar para su lado, pero tiene que ser un deporte", apostilla el portuense.