Uno de los síntomas del Sevilla multiétnico actual es la vertiente solidaria de muchos de sus integrantes. No es una exclusiva de los jugadores africanos o con raíces en África, pues hay muchos ejemplos entre otros integrantes de la plantilla, pero son los que llaman más la atención dadas las enormes necesidades que hay en muchos países de este continente. Kone es uno de ellos y ayer, tal y como adelantó este diario, se entregó de lleno en una campaña de vacunaciones en su barrio natal, Abobo, en Abdiján, la capital de Costa de Marfil.

Kone se encuentra de vacaciones en su país, pues acabó la temporada tocado y no está participando en los partidos de clasificación para el Mundial con su selección. Y ha aprovechado la oportunidad para volcarse con la quinta campaña de vacunaciones que la ONG española África Arco Iris realiza en Costa de Marfil. En Abobo, un área metropolitana enorme de casi un millón de habitantes, Kone se ha puesto manos a la obra junto a médicos sevillanos como Alfonso Carmona, presidente del Instituto Hispalense de Pediatría. "Quiero agradecer la colaboración de la delegación española que ha venido a ayudar a Costa de Marfil; es muy importante para los niños marfileños poder vacunarse porque las campañas de vacunaciones aquí las hacen apenas dos meses al año", manifestó el futbolista a la agencia Efe. "Les doy las gracias por haber venido a mi barrio y espero que esta colaboración siga adelante".

Kone estuvo acompañado por su madre Karidja y por su hermano mayor, Yaya, y participó activamente en la vacunación de algunos de los cinco mil niños que la ONG África Arco Iris, una iniciativa conjunta de una veintenta de médicos voluntarios de Valladolid y Sevilla, vacunó en la jornada de ayer. Hoy continuará esta necesaria y salvadora campaña.

El enemigo a batir es la meningitis, la fiebre tifoidea y la fiebre amarilla. Su ayuda es significativa, por cuanto estas enfermedades causan estragos entre los niños de Costa de Marfil, un país que sufre una de las mayores tasas de mortalidad infantil del mundo, con 87,4 muertes por cada mil nacimientos. Una triste realidad que Kone quiere combatir.