Con el beneplácito de José Castro y la bendición de José María Cruz, Monchi ha echado el resto en la complicada operación de Fernando Llorente, el deseo innegociable de Unai Emery para dar más distinción y el salto de calidad a una plantilla que ya es envidiada en Europa.

El Sevilla le ha hecho ver a la Juventus que está dispuesto a pagar por el traspaso del delantero después de que el club turinés rechazara una cesión sin la fórmula de la opción de compra obligatoria al final de la misma. Las partes ultimaban ayer la negociación y hoy puede haber noticias favorables. Ya en la tarde de ayer había indicios de que el desbloqueo de la operación está próximo. Incluso los principales rotativos anunciaban en sus formatos digitales que el traspaso se hará oficial hoy mismo.

En el Sevilla no lo daban anoche con tanta seguridad como se anunciaba en Italia, pero sí reconocen que contentar a Emery con su delantero preferido está muy cerca y que sí, que si todo va según lo previsto, podría anunciarse hoy mismo el traspaso, no cesión, de Llorente.

Evidentemente, como todo en la vida, la clave en el cambio de posturas ha sido el dinero. Pagando se consigue todo, o casi todo, y el Sevilla dio su brazo a torcer y añadirá a la ya importante inversión de asumir la cuantiosa ficha del jugador, una cantidad en concepto de traspaso que no ha trascendido y que el club guarda con celo. Llorente también se bajará su ficha.