Llueve sobre mojado

El club lamenta que "la conducta inadmisible de un grupo pueda perjudicar a todo el sevillismo", en respuesta a la propuesta de sanción de Antiviolencia, de 90.000 euros más el cierre del Pizjuán 15 días.

El Sevilla abre expediente a algunos aficionados por proferir insultos
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Eduardo Florido, Sevilla

24 de mayo 2012 - 14:41

Quizá en otras ocasiones la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte (Antiviolencia) se haya propasado en sus propuestas de sanción contra el Sevilla, pero en esta ocasión no les falta razón a los ejecutivos del Ministerio del Interior. En los momentos previos del Sevilla-Betis no sólo se encendieron cientos de bengalas en Gol Norte, sino que, mientras los equipos saltaban al césped, decenas de ellas fueron lanzadas al terreno de juego, y alguna también cayó tras el gol de Negredo. Ante este hecho, Antiviolencia ha reaccionado con una nueva propuesta de sanción tras calificar el hecho de muy grave: una multa de 90.000 euros y el cierre del Ramón Sánchez-Pizjuán por 15 días. Ante esta proposición, el Sevilla, a través de una nota pública "lamenta que la actitud inadmisible de un grupo pueda perjudicar a todo el sevillismo".

La propuesta de sanción se une a otras que el mismo comité Antiviolencia ha realizado este año con un afán ejemplarizante, quizá exagerado. La primera fue el pasado 12 de abril, el mismo día del Sevilla-Zaragoza. Entonces este comité propuso una multa de 60.001 euros por considerar al club nervionense reincidente en la permisividad de la introducción de botes de humo y bengalas, a colación del uso de bengalas en el partido Sevilla-Mallorca. Fue una decisión ejemplarizante con pocos precedentes en el fútbol español en casos de similar importancia. Después llegaría otra más llamativa.

El mismo comité propuso el pasado 26 de abril una multa de 3.500 euros al Sevilla por la introducción en su estadio y posterior lanzamiento al terreno de juego de cientos de pelotas de tenis al inicio del partido contra el Levante. Antiviolencia desdijo al Comité de Competición, que dos días antes consideró el hecho como una falta leve e impuso una multa de 602 euros, sin tener en cuenta la benevolente acta de Velasco Carballo en la que el árbitro dejó escrito que el club tuvo celeridad en recoger las pelotas y que el partido apenas hubo de retrasarse un par de minutos. Y tampoco tuvo en cuenta que se trataba de una protesta pacífica por el retraso de media hora sobre el horario inicial por orden de las plataformas televisivas, debido a la retransmisión de las ruedas de prensa posteriores del Barcelona-Madrid. En este caso, como en la reincidencia de los aficionados de Gol Norte en lanzar bengalas, también llovía sobre mojado.

Según la nota pública que colgó en su página web el Sevilla en la tarde de este jueves, "la entidad estudiará, cuando se le notifique, la propuesta de sanción de 90.000 euros y cierre del estadio por dos semanas de la Comisión contra la Violencia, por el lanzamiento de bengalas en la previa del partido Sevilla-Betis".

El club aclara que aún no ha recibido notificación oficial y que supo de esta propuesta de sanción por una nota publicada en la web del Ministerio del Interior. Por ello, "se encuentra a la espera de que ello ocurra para que sus servicios jurídicos puedan estudiar detenidamente la situación y analizar las posibilidades de interponer un recurso". En cualquier caso, añade la nota, "el Sevilla lamenta la conducta de un grupo de aficionados radicales ubicados en Gol Norte y que la misma provoque una sanción de esta gravedad que perjudica a la entidad y a la gran mayoría de sus aficionados, no responsables de estos actos del todo reprobables". También dice la nota que el club está estudiando "en firme una serie de medidas encaminadas a evitar en un futuro este tipo de acciones, actuando con la máxima dureza ante sus responsables".

Por último, el comunicado reitera su "repulsa absoluta a todo tipo de acto violento, así como su inequívoca voluntad para erradicar esas censurables actuaciones de los campos de fútbol". Lo que está claro es que lo fue una gracia, el lanzamiento de pelotas, incluso aplaudida fuera de España, ha devenido en un acto vandálico y sin sentido, el de las bengalas, que tendrá el esperable castigo.

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