Maestro, ilumínalos

Después de una semana de marejada por San Pablo, de cuatro derrotas consecutivas, las tres últimas especialmente sangrantes, y de un alegato esgrimido desde la directiva hispalense que, lejos de calmar las aguas, provocó una nueva tempestad, vuelve el baloncesto y con ello una nueva oportunidad para el Baloncesto Sevilla de Scott Roth y sus jóvenes (e inexpertos, según algunos) pupilos. La cita se las trae. No sólo porque al colista le urge ganar, sino por el rival que tendrá enfrente, el Gran Canaria de Aíto García Reneses, el entrenador que destapó el potencial de los Hernangómez, Porzingis, Balvin o Radicevic.

La entrada de Jeferson Capital Funding significó la salida del técnico madrileño porque negociar, que quede claro, es poner de las dos partes en una conversación, no sólo verse las caras en una mesa. Y del Maestro se pasó a Roth, un técnico con amplio bagaje como asistente en la NBA pero que, como ha demostrado, del baloncesto ACB tiene más bien poca idea. La que se va haciendo en estas 14 jornadas en las que sólo ha conseguido tres triunfos, apoyado fundamentalmente en los jugadores cuya juventud ahora se pretende señalar como un problema cuando Aíto demostró que era una bendición.

Aun así, hay quien sigue con las comparaciones por cuanto el balance del preparador español en su primera temporada al frente del conjunto hispalense era el mismo que ahora en la jornada 14: 3-11. Tomando los números como única referencia es así, pero las sensaciones que transmitía una y otra plantilla son diametralmente opuestas. Además, a diferencia de lo que pasa en la actualidad, a esas alturas la directiva ya había reaccionado fichando a Blakney, asimilando su error de que Tepic no era base, y a Latavious Williams por un Buckman que no daba la talla. Con los cambios llegaron los triunfos, también en la decimoquinta jornada en la que el cuadro de Aíto se puso 4-11. ¿Lo igualará Roth?

Si para los sevillanos era una final el duelo con el Manresa, que salió cruz por los errores en la dirección desde un banquillo incapaz de reaccionar a los continuas y repetidas acciones de bloqueo y continuación del rival, no lo es menos la cita en Las Palmas. Un equipo que va de menos a más, como pasó con los conjuntos que Aíto dirigió en Sevilla, con una amplia rotación y que, aunque se ha mostrado algo irregular en el inicio del curso, va encontrando su juego pese a las numerosas bajas que lleva sufriendo todo el campeonato. La última es la de Summers, que no jugará por una rotura fibrilar mientras que Bellas lo hará mermado por un problema en la rodilla. También hay ausentes en el Baloncesto Sevilla, ya que Thames se quedó en la capital andaluza por un proceso gripal, si bien su aportación no se echará especialmente en falta porque no ha sido nunca decisivo, a diferencia de los Hernangómez, Porzingis o Radicevic, que deberán llevar el peso de su conjunto junto a Oriola, Berni Rodríguez y Álex Urtasun.

Una rotación corta en cuanto a nombres que realmente sumen, a la que dependiendo del día puede sumarse Woodside o Byars. Eso sí, las opciones pasan por defender de una vez con la intensidad necesaria como bloque y atacar como un equipo, buscando la mejor opción que, habitualmente, está por dentro. Tavares, Kendall, Báez u O'Leary propondrán un partido físico. Eso no debe asustar al CB Sevilla, siempre que todos los jugadores vayan a una y corran para defender en la zona con las ayudas necesarias y por fuera para que los Kuric, Txemi Urtasun u Oliver no martilleen el aro andaluz.

Todos ellos cuentan con un técnico que los guía. En Gran Canaria hablan de respeto por un colista capaz de lo mejor o lo peor, pero el respeto hay que ganárselo en la pista. Muchos jugadores, por lo que hicieron en el pasado y han demostrado en este curso se lo han ganado, pero otros aún no lo han hecho. Tampoco Roth desde el banquillo, el sustituto de un maestro que los dos últimos años destapó el tarro de la esencia y la calidad de los jóvenes y que ahora el norteamericano ha cerrado. Iluminarlos es su trabajo. Un reto que alguien ya logró.