Mal cocinado y peor sazonado

Salió el Betis con un once plagado de atacantes, como si este decisivo encuentro necesitase ganarlo a las primeras de cambio y quizá olvidó que los goles valen lo mismo al final, como realizase el jueves en Valencia. Fue un Betis muy vertical pero también partido en dos, lo que favoreció un duelo de ida y vuelta, en el que ambos equipos merodearon con facilidad por las áreas y en el que los verdiblancos se adelantaron gracias a un error de Caballero tras un disparo de Reyes.

Pero ni el gol sirvió para atemperar al equipo de Calderón, que no cocinó esta vez con paciencia el encuentro y que tampoco encontró en el argentino a ese chef de primer nivel que sazonase el duelo desde el banquillo. En disculpa del técnico, aparecen esas ocasiones que el equipo sí generó en el segundo tiempo al contragolpe, aunque nunca fue capaz de controlar el partido.

La tardía reacción con los cambios -que se preveían desde que se conoció la alineación- tampoco ayudó a un Betis que parecía ya desfondado y que tampoco supo reaccionar al primer golpe que llegó con el empate costasoleño. La desesperación, y también la fatalidad que rodea al equipo en esta temporada, provocó que ni siquiera salvase un punto con un penalti a favor en el descuento.

Defensa

La milagrosa recuperación de Paulao -a quien Calderón llegó a descartar en su conferencia de prensa previa al partido- permitió que N'Diaye formase en el centro del campo. Pero ni la fortaleza del francés condujo a que el Betis defendiese con orden, al partirse el equipo en dos con la presencia de cuatro atacantes como Leo Baptistao, Juan Carlos, Jorge Molina y Rubén Castro.

Ni tras el descanso, ya con 1-0 en el marcador, el equipo verdiblanco cerró los espacios, permitiendo que Amrabat desbordase tanto por el costado izquierdo en el que comenzó el encuentro como desde el derecho, desde el que se encargaría de desequilibrar definitivamente el duelo a favor de su equipo.

Ataque

Con cuatro jugadores habitualmente por delante del balón, el Betis sí tuvo verticalidad en su juego, aunque únicamente cuando Jorge Molina se retrasó unos metros encontró la capacidad para combinar en ataque, a lo que también ayudó que tanto N'Diaye como Reyes se descolgasen en zonas ofensivas.

Con el marcador a favor y el Málaga asumiendo riesgos sí aparecieron espacios al contragolpe, en los que sólo la falta de eficacia tanto de Leo Baptistao como de Rubén Castro o incluso del propio N'Diaye evitaron que el cuadro verdiblanca lograse ese segundo gol que sí mereció.

La remontada malaguista se culminó con Leo Baptistao y Jorge Molina ya en la ducha, lo que llevó a que el Betis apenas generase ocasiones, más allá del recurso del balón en largo como el que provocó el penalti.

Virtudes

La capacidad para generar ocasiones sin controlar el partido.

Talón de Aquiles

Se pueden asumir los riesgos iniciales, pero el equipo, que tampoco encontró la ayuda del banquillo, no supo cerrar el partido con el marcador a favor.

Uno por uno

Adán Sin responsabilidad en los goles, sí estuvo seguro en el resto del partido.

Juanfran No cerró en los goles, aunque tampoco era toda su responsabilidad.

Paulao Descolocado en las ocasiones visitantes.

Jordi Como el resto de la zaga, mal en la recta final.

Chica Debió tirar a Amrabat, que lo retrató.

Leo Baptistao Tiene que combinar más y no intentarlo siempre en individual.

N'Diaye Abarcó mucho campo pero erró dos ocasiones claras.

Reyes De más a menos, una gran acción suya significó el gol verdiblanco.

Juan Carlos Ha acabado con fuerza la temporada.

Jorge Molina El único que enlazó en el ataque y generó peligro con sus movimientos.

Rubén Castro No está fino y hasta erró un penalti.

Nono Entró para contener y no se le vio.

Vadillo Tardía entrada en un momento de locura. Perdió el balón que origina el 1-2.

Braian Ni la tocó.