Marcos Álvarez saca el 'látigo'
El preparador físico exige al máximo a un grupo al que volvieron Nahuel y Bruno, que estaban tocados.
El Betis sigue trabajando con mucha intensidad el apartado físico en Alemania. Así, en la sesión matinal de ayer sobre el césped del Volksparkstadion de Neuruppin, la plantilla realizó un exigente e intenso trabajo a las órdenes del preparador físico, Marcos Álvarez, que volvió a sacar el látigo. Éste programó un duro circuito y diferentes ejercicios divididos en series en los cuales los jugadores trabajaron aspectos como la potencia, la fuerza y la posesión.
En ese entrenamiento matutino estuvo trabajando toda la plantilla, a excepción de Bruno, que realizó trabajo preventivo con la readaptadora Raquel Urbano a causa de la gonalgia que padece en su rodilla izquierda. Sí estuvo Nahuel, que se vio obligado a abandonar el entrenamiento vespertino del martes por culpa de un esguince en el tobillo izquierdo. No obstante, esta dolencia no fue impedimento para que el extremo se entrenara al mismo ritmo que sus compañeros. El trabajo por la mañana finalizó con centros laterales y remates a portería, tareas todas ellas donde Gustavo Poyet volvió a mostrar su exigencia.
Por la tarde, el preparador uruguayo sí pudo contar ya con Bruno, que estará disponible para el primero de los dos encuentros en la Dresden Cup, mañana contra el Werder Bremen. Con la enfermería completamente despejada, los verdiblancos continuaron con un trabajo que no estuvo marcado tanto por la parcela física y sí por el aspecto táctico.
El Betis volverá a ejercitarse este jueves por la mañana para seguir con la preparación de cara a un torneo donde debe mostrar que sigue dando pasos adelante en la preparación física y, sobre todo, el apartado táctico, después de la flojísima imagen ante el Fulham.
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