Mel no se muerde la lengua
El entrenador madrileño les dice a la cara a sus futbolistas que son de Segunda División
Quizá sea Pepe Mel de lo mejor que se está encontrando el Betis en esta singladura tan apestosa que le está tocando vivir. Suele ocurrir que cuando los intestinos de un club están tan podridos como hoy los verdiblancos, son los profesionales los que asesan y suelen aislarse de ese entorno y enfocarlo todo en torno a un balón.
Recordando a otros entrenadores que comenzaron una aventura en Segunda, como Fernando Vázquez, en Mondariz en el año 2000, o Antonio Tapia, hace poco más de un año en Montecastillo, lo más duro para ellos fue que su plantilla asumiera el descenso. Y quizá también influyese que ellos mismos se consideraban entrenadores de Primera División y, además, tenían en alta estima a muchos de sus futbolistas, con más caché y mejor pagados que ellos.
Mel piensa distinto o, al menos, eso le manifiesta a sus futbolistas en las charlas colectivas o individuales que mantiene con ellos en el Nuevo Portil e incluso en los entrenamientos, donde deja joyas en forma de frases que, gracias al viento, rompen el silencio con el que el trabajo suele acompañarse. El lunes por la tarde, en su primer día con los futbolistas y antes de realizar el único entrenamiento, el técnico madrileño mantuvo una charla con la plantilla en la que quiso que sus futbolistas tomaran conciencia de dónde se hallan compitiendo y por qué se encuentran ahí.
Lógicamente, sabe que alguno de sus oyentes saldrá del Betis con más o menos inmediatez, pero no le importó decirle a todos que eran jugadores de Segunda División. "No sois tan buenos como algunos os creéis, en caso contrario, no estaría el equipo en Segunda División", les espetó.
Minutos después, durante el transcurso del entrenamiento, se mostró en la misma línea. Diseñó un ejercicio en el que los equipos de siete jugadores debían dar cinco toques al balón para ir ganando parciales y no tener que defender al siguiente, y pocas veces acababan la empresa con éxito. "Va a ser que sí, que sois de Segunda", les decía a modo de crítica pero sobre todo como arenga.
Una buena terapia, sobre todo porque el plantel que se le va a quedar a Mel, tras dos años en la categoría, va a ser más de Segunda que el que dispusieron los mencionados Vázquez o Tapia, por citar a los más recientes. Ninguno de ellos logró el ascenso. Al gallego lo destituyeron siendo el Betis tercero, aunque subió con el dúo Del Sol-Chaparro, y al malagueño lo relevó sin éxito Víctor Fernández.
También te puede interesar