Tras perder ante el Betis, Míchel comentó que la derrota es hiriente y muy dolorosa."Hemos empezado muy bien, pero el equipo ha perdido el balón. En la segunda parte hemos tenido más posesión pero no hemos cerrado el partido y el Betis ha tenido contraataques peligrosos. Ha llegado la falta y el gol de Beñat".

El técnico añadió que es "una noche desagradable para el sevillismo, como toda la temporada" y que su equipo "ha tenido un exceso de motivación. La primera parte ha sido insólita para el Sevilla".

Míchel subrayó que "la lectura es que este es un gran club, que debe tener paciencia con sus jugadores" y que ahora él no está para pensar en su futuro como entrenador sevillista porque "el que tiene que tomar la decisión sabe cuál es el trabajo" y que entenderá "todo lo que absolutamente pase".

"Estamos un una zona de nadie. Diez días son muchos después del castigo durante todo el año, pero tenemos que seguir y no hay más remedio que asumirlo. Hay que pensar en el futuro porque el presente no nos va a dar nada", sentenció el entrenador.