Atletismo | Mundial de doha

Orlando Ortega, para evitar el cero

  • El vallista aparece como la opción más firme para conseguir una medalla en la calurosa cita de Doha

  • Los marchadores llegan también con muchas posibilidades de subir al podio

Orlando Ortega, para evitar el cero

Orlando Ortega, para evitar el cero / lavandeira jr. /efe

Los Mundiales de Londres 2017 dejaron a España fuera del medallero por primera vez en la historia de los campeonatos. Dos años después, en un refrigerado Khalifa Stadium bajo el tórrido calor de Doha, el equipo se encomienda a Orlando Ortega para escapar a un nuevo cero.

El vallista habanero, que este año ha ganado su segundo diamante en el circuito más selecto de mítines (la Diamond League), "es la apuesta más segura", asegura el presidente de la Federación Española, Raúl Chapado -nuevo miembro del consejo directivo de la IAAF-, en un equipo "altamente competitivo sin signos de flaqueza", como lo describe el seleccionador, José Peiró.

No encabeza el ránking mundial de 110 m vallas, pues tiene por delante a dos estadounidenses (Grant Holloway, el único que ha bajado de 13 segundos, con 12.98, y Daniel Roberts, 13.00), pero Ortega llega a Doha en su mejor momento: ha ganado 12 de sus 15 carreras este año y se ha quedado, con un crono de 13.05 en Lausana, a una sola centésima de su récord de España.

El cambio de aires le ha sentado bien al subcampeón olímpico, que desde marzo pasado, sólo unos días después de su fracaso en los Europeos en pista cubierta de Glasgow, se entrena en Chipre con el grupo de Antonis Giannoulakis. Hasta entonces, Orlando había trabajado con su padre.

Ortega es la opción más segura para subir al podio, aunque Chapado prefiere no hablar de medallas. Para el presidente, "la decepción sería ver que el equipo no compite bien". La nueva generación de atletas españoles le ha enseñado "a no renunciar a nada".

Las esperanzas españolas de podio se extienden también a la triplista Ana Peleteiro, que ya ha pisado el cajón mundial (bronce el año pasado en pista cubierta), y a la marcha, sempiterno venero metalífero para el atletismo español: de las 38 medallas mundialistas, 14 proceden de este sector. La baja del campeón mundial de 20 km marcha, el colombiano Eider Arévalo, que se fracturó la clavícula la semana pasada en Almería, eleva las opciones de Álvaro Martín y Diego García Carrera, campeón y subcampeón de Europa.

Martín se clasificó octavo hace dos años en Londres pero desde entonces, con ese oro europeo, ha adquirido empaque de candidato a todos los podios internacionales. Su operación en la rodilla izquierda, en enero pasado, no le ha dejado secuelas. Llegará en forma a Doha, lo mismo que Diego García y Miguel Ángel López, que ya fue campeón mundial hace cuatro años en Pekín.

También la campeona de Europa María Pérez viaja a Doha con aspiraciones legítimas de batirse por el podio. La granadina demostró en los Nacionales de La Nucía que está muy rápida, un punto por encima de sus compañeras Raquel González y Laura García Caro. La marcha larga (50 kilómetros) ofrece a España una esperanza de diploma en mujeres, con Julia Takacs, y al mundo una ocasión de quitarse el sombrero: Jesús Ángel García Bragado, el atleta con más participaciones olímpicas del mundo (7), compite por decimotercera vez en unos Mundiales, sólo unos días antes de cumplir 50 años.

Por sorprendente que parezca, España cuenta también con opciones en una disciplina como el lanzamiento de martillo. El espléndido momento de forma de Javier Cienfuegos, tercero por marca entre los participantes con sus 79,38 metros, permite al equipo concebir esperanzas de estar en la pelea por las medallas, aunque el extremeño no ha podido, en cuatro intentos anteriores, meterse en la final. Será su principal objetivo en Doha.

Fernando Carro, en el mejor momento de su vida, nuevo plusmarquista español con sus 8.05,69 de Roma, sueña con obtener la segunda medalla española en 3.000 m obstáculos, trece años después del bronce alcanzado por el aragonés Eliseo Martín en París. El madrileño se presenta en Doha cuarto en el ránking mundial del año.

En 1.500, Adel Mechaal obtuvo la medalla de chocolate (cuarto) hace dos años en Londres. Ahora, en peor forma que entonces, volverá a luchar por estar en la final con los mejores.

Doha debería marcar un cambio de ciclo con el salto a la competición global, Mundiales de Doha y Juegos Olímpicos de Tokio, donde España tendrá mucho más difícil mantener ese estatus de potencia media.

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