Fútbol | Copa del Rey

El Osasuna se gana el primer billete para la final en Sevilla (1-1)

Pablo Ibáñez golpea con el interior del pie el balón del gol del empate del Osasuna.

Pablo Ibáñez golpea con el interior del pie el balón del gol del empate del Osasuna. / Miguel Toña | Efe

Un precioso gol del canterano Pablo Ibáñez en el minuto 116, una magistral semivolea desde la frontal, dio este martes el pase en San Mamés al Club Atlético Osasuna a la segunda final de Copa de su historia, un hito solo logrado antes en 2005, cuando cayó ante el Betis en el partido definitivo.

En aquella ocasión, como en ésta y también con Ernesto Valverde en su banquillo, el Athletic cayó en semifinales. Lo hizo ante el Betis y en una tanda de penaltis a la que parecía abonado el encuentro de hoy hasta el enorme zapatazo de Ibáñez.

Un castigo demasiado grande para un Athletic que remató hasta 23 veces a portería, por solo ocho Osasuna, y forzó 18 saques de esquina. Ninguno el equipo navarro.

Para los rojillos fue el premio a saber aguantar en un encuentro en el que fueron claramente superados en todas las facetas del juego. Menos en el de la definción, que es la suerte que vale.

Nico Williams, que marró dos claras ocasiones ya con el 1-0 marcado por su hermano a la media hora, lo recordará durante mucho tiempo y añorara la cuadragésimo segunda final de su equipo, que deberá esperar.

Con Munian en el Athletic y Osasuna sin Budimir, el chque comenzó más frío de lo esperado. Los locales intentaban llevar a la iniciativa, pero los visitantes también contabilizaron un par de llegadas en los primeros minutos. Ambas por la derecha de Rubén y Moncayola.

No obstante, el choque iba poco a poco escorándose hacia la portería de Herrera, que tuvo que agigantarse para tapar un mano a mano con Guruzeta en el minuto 8. El delantero guipuzcoano primero le ganó la acción a Aridane y después estuvo un tanto remiso a la hora definir.

Mediada la primera parte el Athletic ya se fue decidido a por Osasuna y un disparo desviado de Nico desde la frontal abrió lo que iba a ser un asedio de ocho minutos hasta que llegó el 1-0 del mayor de los Williams.

Vesga e Iñaki insistieron y De Marcos se encontró de nuevo con Herrera para impedir el primer tanto bilbaíno. Cabezazo en plancha del lateral de Laguardia y paradón para desviar a córner del meta de Miranda de Ebro.

De ese saque de esquina salió el 1-0. Osasuna estaba sufriendo en las jugadas a balón parado y el centro de Muniain lo cabeceó Vesga. El balón no iba portería, pero se fue hacia Williams, que remató como pudo a la parte baja del larguero.

Intentaron responder los rojillos con una diagonal por la izquierda de Kike García, que se encontró con un firme Arrizabalaga y una defensa ya decidida a no conceder más en esa jugada.

Aún marcó un segundo tanto Iñaki Williams antes del descanso, pero su remate a pase de su hermano Nico fue en claro fuera de juego.

Ocasiones locales

La segunda mitad comenzó como la primera, con dominio del Athletic, que iba creando ocasiones. Las primeras a balón parado, de Yeray e Iñigo, a centros de Muniain.

Pero las más claras también llegando al ecuador. Tres grandes oportunidades de Nico, Sancet y Iñigo que aventuraban un asedio local.

Pero Nico mandó a las nubes un perfecto contraataque llevado por su hermano y Guruzeta; a Sancet salió a bloquearle su duro disparo David García; e Iñigo se encontró con poco ángulo y el balón a su pierna mala, la derecha, cuando un centro había superado a toda la defensa osasunista.

No aprovechó el Athletic su segundo momento del partido, Osasuna aguantó el abordaje y el choque se adentró en terreno definitivo, en el que un gol parecía la sentencia.

Como el que se les escapó en el minuto 86 a Raúl García y otra vez Nico. Aunque al veterano delantero se le interpuso Herrera con otra buena intervención y al joven extremo se le fue de nuevo el claro remate de gol a las nubes.

Intentó emular la situación Kike Barja, que remató sobre un seguro Agirrezabala, pero la ocasión quedó invalidada por un fuera de juego previo de Aimar.

Un ultimo intento de Kike García, un disparo mordido y desviado desde la frontal, mandó la eliminatoria a la prórroga.

Continuó la línea en el añadido, con el Athletic mandando y creando peligro en la estrategia con un nuevo cabezazo de Vesga, a saque de córner de Muniain, que Herrera despejó de nuevo con otra gran parada.

Chimy Ávila contestó al filo del final de la primera parte de la prórroga con un disparo alto en un diagonal por la izquierda.

Cuando parecía el choque destinado a los penaltis, con Osasuna romo y el Athletic desacertado, el conjunto navarro encontró petróleo y una final en un centro de Moncayola rematado magistralmente desde la frontal por Pablo Ibáñez.

Una preciosa media volea, imposible para Agirrezabala, que llenó de felicidad a los medio millar de seguidores rojillos que se acercaron a Bilbao e inundó de alegría a Pamplona y a toda Navarra.

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