La primera conclusión que se extrae del partido de ayer no otorga dudas: el Cajasol triunfó y se embolsó la sexta victoria consecutiva en la ACB, manteniendo la séptima posición, igualado con el Fuenlabrada tras su gesta ante el Barça, rival el jueves de los hispalenses, dando un paso más en su meta de entrar en el play off y olvidando el lamento por el mazazo recibido en Treviso. Perfecto. Tras la palmadita merecida en la espalda, huelga decir que un encuentro consta de 40 minutos y no de los 10 finales; enfrentarse al depauperado CB Granada, colista y que lucha contra viento y marea pese a todos sus males, seguramente lleve a la relajación, pero cuanto más se respete al rival, menos angustias habrá sobre el parqué.

Porque los nazaríes pelearon como gatos panza arriba durante tres cuartas partes del duelo, aprovechando la evidente laxitud en las filas de un Cajasol al que devolvió del cielo al suelo en la mayor parte de la contienda. Esta lectura, con la inercia tan positiva que llevan los sevillanos y con los dos retos preciosos que están al alcance de la mano, hay que tenerla también en cuenta para el futuro inmediato.

Aun así, el equipo de Plaza resolvió cuando quiso el envite con un cuarto episodio marca de la casa, avivando el ritmo atrás y permitiéndose correr, jugar a gusto, divertirse y noquear a un CB Granada que ya no tuvo respuestas después de su implacable esfuerzo previo.

Siguendo el orden cronológico de los sucesos, el telón se abrió con un planteamiento inverso al previsto. Fue el conjunto de Curro Segura el que envió balones a los interiores para salir de la presión en la ayuda los pívots cajistas sobre los exteriores visitantes. Prestes se puso tibio y en el minuto 9 llevaba la mitad de los puntos (10) de su equipo.

Al Cajasol se le veía incómodo, adormilado, sin ideas. Plaza dio la vitola de titular a Calloway, con quien tuvo sus tiranteces en Treviso, pero a los tres minutos lo mandó pronto al banquillo en otro toque de atención. Paul Davis le cogió la misma manía al partido que a los colegiados: lo primero, por no recibir bolas ni sacar ventaja cuando le llegaban ante oponentes a priori muy inferiores a él; lo segundo, porque las faltas otra vez lo llevaron por la calle de la amargura.

A Segura le salían los planes y con su empobrecido equipo, desde que se dio el pistoletazo en octubre hasta hoy mucho se ha devaluado la plantilla nazarí, estaba dando la talla, bien plantado en defensa, con robos, corriendo, neutralizando las virtudes sevillanas y con Stefansson atinado desde en el tiro, amén del mencionado Prestes. Plaza movió y removió en busca de soluciones, pero ninguno de sus jugadores era capaz de elegir el ritmo adecuado. Demasiadas pérdidas, mucho atolondramiento.

Satoransky echaba un capote con sus triples, pero el Cajasol no daba con la tecla para gobernar el duelo, para someter a un oponente con corazón de león. Uno abajo (19-20) terminaron los locales el cuarto inicial de tanteo, aunque en el segundo sólo una vez, con una canasta de tres de Sastre, fueron por delante (26-24). La desconcentración era la misma y el Granada, con dos aciertos de 6,75 de Guerra y Fernández, obligó a Plaza a pedir tiempo al irse por seis puntos. Bullock y dos tiros libres finales de Urtasun igualaron a 34 al descanso.

Dentro de lo malo, había margen de reacción. No llegó, sin embargo, hasta el último minuto del tercer acto. Antes, de nuevo Prestes elevó a seis la renta visitante, Bullock se llevó una antideportiva tras robo de Stefansson y Paul Davis se cargó con la cuarta falta. Había, obviamente, preocupación.

El chispazo llegó con el cambio de ritmo. Todo nace en la defensa. Y desde un par de dos más uno consecutivos, materializados por Urtasun y al momento por Triguero, pillo al birlar la bola en el saque de fondo. Ivanov tocó la corneta para el zafarrancho de combate con dos canastas seguidas, con la propina de dos tiros libres de Triguero: 59-54 y 10 minutos para el final.

El parcial se elevó a 16-0 con pájara brutal del Granada, desarbolado ante, esta vez sí, el Cajasol que se ha visto en los últimos tiempos. Bajó el piñón el conjunto de Plaza para subir el desarrollo y pegó un latigazo que dejó exhausto a un adversario que ya lo había dado todo. Urtasun cobró protagonismo, Kirksay convirtió un rebote ofensivo y Katelynas se gustó. El moribundo Granada no pudo responder más y el Cajasol agarró la decimotercera victoria antes de ir al Palau. Aquí sobrará la motivación.

- Ficha técnica:

82 - Cajasol (19+15+25+23): Calloway (4), Bullock (13), Kirksay (4), Ivanov (10), Davis (5) -cinco inicial-, Triguero (10), Cabanas (-), Satoransky (9), Urtasun (14), Katelynas (8) y Sastre (5).

63 - CB Granada (20+14+20+9): Gianella (6), Stefansson (17), Karl (6), Lima (2), Prestes (16) -cinco inicial-, Jesús Fernández (5), Rodríguez (-), Ángel Hernández (-), Samb (2), Guerra (7) y Manzano (2).

Árbitros: Xavier Amorós, Óscar Perea y Anna Cardús. Sin eliminados.

Incidencias: Partido disputado en el Palacio de los Deportes San Pablo ante cerca de 5.500 espectadores.