Con Portillo en el escenario

A la espera de concretar la llegada de Morcillo, a Pepe Mel sólo le preocupa ahora cómo mejorar el rendimiento de su equipo, sobre todo ante rivales como el Sabadell, que, en principio, concederá la posesión al conjunto verdiblanco y aguardará pertrechado en su campo. De esta forma, el técnico ensayó con diferentes alternativas y, aunque existe la posibilidad de que repita el once que ganó en Gijón, diversas circunstancias apuntan al estreno de Portillo en el Benito Villamarín.

Las principales cualidades del malagueño residen tanto en su capacidad de asociación con el centro del campo como en su facilidad para dar el último pase, dos aspectos que ya se vieron en su primer partido en los apenas 20 minutos que pasó sobre el terreno de juego y que el Betis necesitará para superar las líneas defensivas del Sabadell.

El partidillo de entrenamiento de ayer comenzó con el mismo once que venció en El Molinón, con la única novedad de la entrada de Molinero por Piccini, después de que el italiano todavía sintiera molestias en el adductor izquierdo, lo que le ha impedido trabajar con el grupo en toda la semana. Precisamente, la ausencia de Piccini, un lateral que cubre toda la banda con su desdoble en ataque, provocó que Mel mantuviera a Cejudo, ya recuperado de su esguince en el tobillo izquierdo, entre los titulares, mientras que Dani Pacheco comenzó desde el inicio para luego dejar su sitio a Portillo.

Si ante el Sporting el malagueño entró por el cordobés, Mel no tiene claro en qué perfil colocarlo de inicio. Sin Piccini, el preparador bético necesitaría un jugador de banda con profundidad por la derecha, lo que favorecería la permanencia de Cejudo, mientras que la presencia de Dani Pacheco dejaría en el campo a un especialista en el balón parado, un aspecto fundamental en la última victoria. Si finalmente apostase por Portillo, Mel tendría que prescindir de uno de los dos jugadores anteriores, de ahí que sea hoy, en el último entrenamiento previo al partido, cuando despeje completamente esta duda, una vez que se compruebe si Piccini puede llegar a tiempo.

Lo que sí tiene claro el preparador bético es que necesita de un jugador como Portillo para mejorar la circulación del balón, toda vez que Dani Ceballos todavía no ha completado su aprendizaje en la posición de manijero. "En el descanso de Gijón tuve que decirles a los jugadores que no llevaran tanto el balón, que eso favorecía la presión del rival", ha reconocido Mel, que sigue empeñado en que su equipo se convierta en protagonista a través de la posesión de la pelota.

"Toda la semana trabajamos la salida del balón desde atrás y en tener el balón, y eso el domingo se tiene que llevar a la práctica. Eso, en estadios como el nuestro o el del El Molinón, que son campos de Primera, se tiene que notar, porque son más amplios y eso nos viene bien. El míster sabe lo que quiere y tiene una idea muy clara", manifestó ayer Adán, incidiendo en ese mensaje que Mel repite a su vestuario.

Tras acumular una semana más de trabajo con el equipo, Portillo sigue mejorando el apartado físico y ya aparece en los planes de Mel como una posibilidad más que real para salir desde el inicio. Aunque al madrileño no le gusta modificar aquello que funciona, el malagueño se convirtió en la prioridad de este mercado invernal ante la necesidad de mejorar el juego combinado y ante el Sabadell eso aparece como primer mandamiento.