Desde mi córner

Pretemporada para mosca tras la oreja

  • Aunque este tiempo de laboratorio no sea una prueba rigurosa, la inquietud es latente

PRETEMPORADA decepcionante la que está librando el fútbol según Sevilla, pero sí queda claro que estos lodos no tienen por qué ser los polvos de cuando el tiroteo sea real y no de fogueo. Sin duda alguna, sevillistas y béticos andan con la mosca tras la oreja por las andanzas de ambos equipos en este tiempo. Pero no debe olvidarse que es tiempo de laboratorio y que estos ensayos no deben por qué tener incidencia alguna en la temporada.

La historia está repleta de pretemporadas engañosas y sólo hay que tirar de memoria para encontrar ejemplos bien elocuentes. También al revés sucedió, pero tampoco conviene obviar lo que está ocurriendo y que hizo saltar las alarmas el sábado con la hecatombe sevillista en Emirates. Fue una tarde de pesadilla y en la que las sombras de los dos centrales vendidos revoloteó angustiosamente sobre la vertical del equipo de Julen Lopetegui.

También se mosquea el bético viendo cómo su equipo no ha ganado un solo encuentro y que sólo ha conseguido dos goles, los de Juanmi y Rodri. Una cifra que no está en consonancia con la andadura reciente del equipo bético. De las muchas cosas que el Betis presumía era del volumen de gol que atesoraba y eso es lo que inquieta ahora. Son trayectorias no similares, pero con el común denominador de que ambas preocupan y llenan de incertidumbre a sus seguidores.

Y así el panorama, urge Lopetegui a Monchi para que invierta más pronto que tarde la paletada de dinero recibida. No es fácil suplir a los dos ausentes, pero con lo que hay no resulta suficiente. En la otra orilla se planifica y planifica sin la seguridad de que puedan fructificar los planteamientos. El equipo ha dado una imagen que se antoja insuficiente para afrontar lo que se le viene encima, pero no se olvide que la pretemporada no es un presagio riguroso.

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