La junta directiva del Real Ciencias ha recibido el dinero para el pago de un tercio de la deuda con sus jugadores y confía en cerrar un crédito avalado personalmente para seguir abonando los tres meses que se le deben a los miembros de la plantilla. Quince de ellos son profesionales y necesitan el dinero para vivir en Sevilla, aunque el diálogo entre los deportistas y los directivos es fluido y se confía en el esfuerzo para seguir adelante con la actual temporada.

El Real Ciencias tiene un presupuesto superior a los 500.000 euros que se ha visto reducido en este curso debido a los problemas para conseguir un patrocinador que sustituyera como marca principal en el naming de las camisetas a Enerside. 

Por ahí llega uno de los problemas económicos principales, pues la deuda del pasado curso pendiente de cobrar de los patrocinadores por este motivo se eleva hasta los 100.000 euros, lo que supone una parte considerable del presupuesto.

Además, se confía en una ayuda por parte del Ayuntamiento de Sevilla, que se ha comprometido a ello, pero aún está pendiente el club de una reunión definitiva con el alcalde, José Luis Sanz. Sí ha habido unas citas previas en buena sintonía con Minerva Salas, delegada de Cultura y Deportes, y con Álvaro Pimentel, íntimamente ligado al mundo del rugby.

Son las medidas que se intentan tomar por parte del club para solventar una crisis económica que ha sido denunciada por la plantilla del Real Ciencias, tercer clasificado de la División de Honor de rugby, que ha mostrado esta semana su intención de "terminar la temporada compitiendo" pese a la "complicada situación" que atraviesan sus jugadores profesionales, que no han percibido su salario de los tres últimos meses.

Una quincena de jugadores de los casi treinta que integran el plantel científico son profesionales que, en palabras de una fuente del vestuario que prefiere permanecer en el anonimato, "llevan desde Navidad tirando de ahorros, el que los tenga, y algunos en una complicada situación porque no tienen ni para ir al supermercado". 

"Nos consta que el club está haciendo un esfuerzo por intentar ponerse al día pero, por ahora, no han fructificado y eso deja tirados a algunos jugadores que no pueden pagar los alquileres ni mantener a sus familias porque viven al día. La directiva debería haber sido más clara", añade la citada fuente en declaraciones a Efe.

Los jugadores profesionales del Real Ciencias han decidido, como medida de presión, no entrenar en las semanas en las que no tienen partido, como la presente, y realizar una o dos sesiones en las vísperas de encuentros como el del sábado pasado, cuando vencieron con claridad (24-9) al Silicius Alcobendas.

Victoria frente a @AlcobendasRugby 24-9#empujaciencias #rugbysevilla pic.twitter.com/gmVpaXdeNj

— Real Ciencias (@rugbyciencias) March 9, 2024

El principio de ese duelo deparó una escena reivindicativa, pues los jugadores científicos pactaron con los rivales y el árbitro un plante en el primer minuto, de modo que el medio de melé argentino Coco Roldán, uno de los afectados por los impagos, recibió el balón del saque de centro, estuvo durante varios segundos parado en su zona de veintidós y caminó luego tranquilamente hasta el centro del campo para conceder una 'touche' con la que comenzó efectivamente el partido.

A pesar de que "la falta de cobro hace que sea prácticamente imposible prepararse para la competición como es debido", los jugadores del Real Ciencias mantienen su propósito de "competir hasta donde sea posible", empezando por el partido de la tercera jornada de la segunda fase que disputarán el Domingo de Ramos en el campo del líder, el Recoletas Burgos.