Argentino y demente. Pancho Jasen no es un jugador más en la ACB. En Madrid, sobre todo en el Ramiro (antes jugó dos años en Gijón), es un ídolo que se ha ganado a pulso, con sudor y sangre, a veces, el rol de mito después de diez temporadas defendiendo a Estudiantes y volviendo loca a la Demencia, los aficionados colegiales que vieron cómo el de Bahía Blanca se convertía en el segundo extranjero en ser capitán estudiantil, después de un tal John Pinone. Ahora, aterriza en Sevilla y quiere empezar de cero; su pasado lo avala, pero sabe que eso no siempre es suficiente.

-La primera pregunta no puede ser otra. ¿Por qué alguien que es un ídolo en Estudiantes pone fin a su etapa en ese club?

-Después de tanto tiempo, llega un momento de desgaste por las dos partes que es hasta lógico. Pude haberme quedado, pero creí que mi etapa allí había llegado a su fin.

-¿Tras diez años en el Ramiro, se siente ahora un novato de nuevo?

-Un poco sí, la verdad. Es algo extraño. Después de estar muchos años en un mismo club cuesta asimilar un cambio así, a pesar de los años que uno tiene ya. La primera sensación no es de temor, pero sí de incertidumbre.

-¿Y por qué el Cajasol?

-Cuando dije adiós a Estudiantes quería pensar bien mi futuro. No tenía ofertas y esperé a ver qué ofrecía el mercado. Me llegaron propuestas del extranjero, pero mi idea y la de mi familia era quedarnos en España. Sevilla me sedujo porque es un proyecto serio, que lleva un par de años haciéndolo bien y que personal y deportivamente me motivaba.

-¿Preguntó a alguien por Sevilla?

-Nacho Azofra me dijo que era una ciudad increíble, que me iba a gustar, y también me habló muy bien del club.

-Pero tardó en decir sí a la oferta.

-Sí, casi un mes. Estaba centrado en la selección y no quería que nada me desconcentrase. Me olvidé de todo y esperé con paciencia.

-¿Quizá llega algo cansado tras jugar y ganar el FIBA América con Argentina este verano?

-Fue muy duro: 10 partidos en 13 días. Cansa, pero acabamos contentos porque conseguimos el título y la clasificación para los Juegos de Londres 2012. Un desliz nos dejaba fuera, así que, además del cansancio físico, fue también muy intenso psicológicamente. Sin embargo, estoy convencido de que pronto se verá al mejor Jasen.

-Con 33 años ya a su espalda, ¿dirá adiós a su selección en Londres?

-Ya estoy un poco mayor para Londres, pero ciertamente sería un sueño concluir mi etapa con la selección en unos Juegos. Sería el fin con la selección con un broche de oro, tras disputar el Mundial. Un adiós perfecto de éxitos y compartiendo minutos con la mejor generación de jugadores que ha dado Argentina.

-En el FIBA América jugó contra English. ¿Hablaron?

-Sí, nos cruzamos y hablamos un poco sobre el Cajasol.

-¿Cuál es su primera impresión del equipo?

-Es un grupo muy físico, capaz de desarrollar un juego con un nivel alto de intensidad. La defensa será clave, pero estamos todavía en fase de preparación y nos falta conocimiento mutuo para llegar al estado óptimo.

-¿Le ha sorprendido algo?

-La capacidad física y deportiva de Satoransky. Es un animal. Tiene muchísimo futuro.

-Aquí viene a suplir a un hombre importante como Kirksay.

-Sé que fue un jugador clave, pero yo vengo a hacer el juego que hice toda mi vida y a ser yo mismo, no para sustituir a nadie.

-Pero su capacidad de liderazgo es similar y ése fue uno de los motivos para que Plaza insistiese en su fichaje. ¿Eso le añade presión?

-Presión, no. Me produce un sentimiento de orgullo que alguien como Plaza quiera hacerme parte del proyecto y trataré de devolverle toda su confianza. Respecto a lo primero, hay dos capitanes ya como Juanjo y Txemi que están haciendo muy bien su trabajo. Si puedo aportar por mi experiencia lo haré, pero no es mi cometido.

-¿Se hace con los sistemas de Plaza?

-Conocía de hace tiempo su forma de trabajar y sé que tiene claras cuáles son sus características de juego: defender fuerte y salir rápido al contragolpe para anotar con mayor facilidad. Ya le ha dado resultados. Me llevará un tiempo hacerme con ellos, pero no por mí, sino porque todo el equipo debe entender lo que quiere Joan del grupo como tal. Los jugadores que ya estaban también deben adaptarse a los que hemos llegado nuevos en este sentido, aunque ya conozcan el juego que quiere el técnico.

-¿Cuáles son las claves de una buena temporada?

-Tengo mucha experiencia, pero un arranque bueno siempre te ayuda a seguir con esa dinámica. La Copa del Rey debe ser nuestro primer objetivo, pero hay que pensar partido a partido y no despistarse.

-¿En su decimotercer año en la ACB tiene algo que aprender?

-Claro que sí. Uno tiene que aprender y saber escuchar a los entrenadores y a los compañeros.

-El Cajasol aún no ha hecho campaña de abonados y usted tiene experiencia. ¿Se animaría?

-Bueno, me lo pidieron como algo excepcional para una campaña en un momento muy delicado para el club, pues estábamos coqueteando con el descenso. La verdad es que ahora puedo decir que no fue una experiencia agradable que seguro no repetiré. Quizá cuando no sea jugador me piense lo de meterme a actor, pero de momento lo dejaré aparcado. Se me da mejor el baloncesto.