El contratiempo de la lesión de Vadillo, cuyo restablecimiento se espera en seis o siete meses, obliga a los técnicos del club verdiblanco a buscar un refuerzo para la demarcación de volante izquierdo. La alternativa puede llegar de tierras murcianas, si se confirma el descenso administrativo del Real Murcia, y responde al nombre de Saúl Berjón.

El apartado de salidas continúa en punto muerto. Aún no están resueltos los casos de Paulao, que suena para el fútbol turco o catarí; ni de Juanfran, que ayer volvió a entrenar al margen del grupo y que está en el punto de mira del Genoa; ni de Braian Rodríguez, por quien se interesan Numancia, Sabadell y Eibar; ni de Eder Vilarchao. Pero, con el equipo de gira por tierras británicas, la gestión para los fichajes comienza a apremiar.

Pero la urgencia ha llegado del modo más desafortunado. La ausencia de Vadillo, uno de los futbolistas llamados a protagonizar el regreso a Primera División, recomienda la contratación de un recambio fiable. Que vuelva a sonar el nombre de Saúl Berjón, además del infortunio de la lesión de Vadillo, está relacionado con la sobrevenida situación del Murcia. Si la Liga de Fútbol Profesional decide el jueves el descenso del club pimentonero a Segunda B, varios jugadores golosos aparecerían en el mercado. Uno de ellos es Saúl. Aunque él se considera mediapunta, brilló la pasada temporada a las órdenes de Julio Velázquez como extremo izquierdo, convirtiéndose en un puntal de la notable temporada del equipo. A Saúl le resta un año de contrato y su cláusula de rescisión es de 300.000 euros. Y su futuro podría unirse de nuevo al de Velázquez.