DEMASIADAS cuerdas para un solo violín, que hay que ver la catarata de noticias que generó ese viernes cuaresmal y que se remató con la bomba que significa que el Sevilla, como ocurriera en la Copa del Rey, se las vea de inmediato con el verdugo de su enemigo íntimo. Manchester United-Sevilla cuando los tambores dejen de sonar y vuelta en Nervión así que ya estén sonando los clarines para el gran ciclo taurino de abril en la Maestranza.

Anteriormente se supo que el Real Madrid tendrá un durísimo camino rumbo a la Decimoquinta. Si elimina al Chelsea estarán esperando City o Bayern, casi nada al aparato. Y antes de todo eso, la primera lista de Luis de la Fuente como seleccionador nacional para causar sorpresas de todo tipo. Eso sí que es una revolución, con futbolistas que apenas han salido en las estampitas y la nueva de un único miembro del fútbol según Sevilla, el habilidoso Bryan Gil.

Un viernes muy animado y con el plato más cercano en ese enfrentamiento de los de Sampaoli con el que quizá sea el favorito ahora para hacerse con la Europa League, antes Copa de la UEFA para lo que guste mandar. Nuevamente el United en el camino como cuestión a tener en cuenta según las vicisitudes ligueras del Sevilla. Pero que nadie se llame a andana, que en fútbol no hay mejor medicamento que el triunfo para arreglar entuertos y corregir trayectoria.

Por lo pronto al Sevilla le cabe el orgullo de ser, con el Realísimo, solitario representante del fútbol español en el Viejo Continente. Y también hay que abundar en que las misiones imposibles no entran en el ideario nervionense. Estaremos en tres semanas ante la posibilidad de que el Sevilla haga bueno el nunca se rinde, que por algo será en su competición preferida. Y en esas estamos cuando en este no parar es el Getafe el que aguarda al revolver de la primera esquina.